Fiebre, dolores musculares, en la garganta y en la cabeza. Después nauseas, vómitos, diarrea, insuficiencia hepática y renal, acompañados de hemorragias internas y externas. Estos son los síntomas de la enfermedad causada por el virus ébola, que se hizo conocida por el mismo nombre. Olvidada por las noticias internacionales durante años, está de vuelta en las portadas a causa de su peor epidemia hasta ahora, que hasta el momento asola a países de África Occidental – antes era común solo en África Central.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), división de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una de las mayores combatientes de la epidemia, divulgó un balance este miércoles 6 señalando que ya son 932 los muertos en África Occidental. El órgano evaluará si el problema es una “emergencia de salud pública de alcance mundial”, definido por la propia OMS como un “evento extraordinario susceptible de representar un riesgo de salud pública para otros Estados, con la expansión de la enfermedad a nivel internacional y que requiere potencialmente una respuesta coordinada en el ámbito internacional”.
En los últimos meses, más de 60 profesionales de la salud, como médicos y enfermeros, ya murieron intentando contener la enfermedad o, como mínimo, minimizar el sufrimiento causado por los síntomas en los pacientes. La mayor parte de estos profesionales eran voluntarios de otros países.
De acuerdo con la prensa internacional, en algunas ciudades afectadas los eventos públicos fueron suspendidos, y cualquier aglomeración está siendo, siempre que sea posible, evitada. La directora general de la OMS, Margaret Chan, destacó que el movimiento de la población ha contribuido para la propagación de la enfermedad, incluyendo viajes aéreos. Dos norteamericanos, uno de ellos médico, que trabajaban ayudando a las víctimas africanas, contrajeron la enfermedad y fueron llevados en aviones ambulancia aislados hacia Estados Unidos, donde reciben un tratamiento adecuado y muestran mejoras. La mañana del martes 5, las noticias en varios periódicos hablaban de un hombre en Nueva York, que estuvo en la región africana afectada, que entró al hospital Monte Sinaí con una sospecha de ébola. El paciente se encuentra aislado, mientras que los médicos averiguan si es realmente un caso de la enfermedad o solamente otro virus con síntomas parecidos, pero no tan letal.
El contagio por el virus sucede por medio del contacto con secreciones y otros fluidos corporales, además de tejidos de animales o humanos infectados. La falta de higiene característica de los países subsaharianos, además de la precaria asistencia médica, también contribuyen para que la enfermedad se propague. Los síntomas del ébola aparecen de 2 a 3 semanas después del contagio, y pueden matar en pocos días. Entre el 30% y el 90% de los infectados mueren. Aún no hay una vacuna contra el ébola. El virus fue descubierto hace aproximadamente 40 años por un equipo médico de Bélgica, en 1976, en Sudán y en el Congo, en la región a orillas del río Ébola.
¿Señales del Fin de los Tiempos?
Varias aspectos que se asemejan a las señales citadas en el libro de Apocalipsis, en la Biblia, están aconteciendo juntos en este momento por todo el mundo. Violentos terremotos mataron a centenas e hirieron a millares en China. Hemos visto naciones contra naciones, a ejemplo de los conflictos entre Rusia y Ucrania e Israel y Palestina. Además del enfriamiento del amor y del respeto entre los seres humanos, entre otras cosas.
Ahora, con la epidemia del ébola, parece entrar en escena en el escenario apocalíptico el caballero de la Peste.
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