La Santa Cena es una ceremonia extremadamente especial, que incluso fue realizada por el propio Señor Jesús y a través de la cual se celebra una alianza, como en un casamiento, entre la criatura y el Creador.
La Biblia nos enseña que, a causa del pecado, toda la humanidad estaba condenada a la perdición eterna. Sin embargo, el Señor Jesús pagó el precio más alto, con Su propia vida, para darnos la oportunidad de no perecer ante ese triste fin. Él tuvo que derramar Su sangre, representada por el cáliz con el jugo de uva, después de sufrir en la cruz, y sacrificar Su cuerpo, representado por el pan.
El autor del libro bíblico de Hebreos muestra la oración del Señor Jesús cuando vino a este mundo y Se enfrentó a este hecho:
“… Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no Te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer Tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de Mí”, Hebreos 10:5-7.
Por eso, el apóstol Pablo, dirigido por el Espíritu Santo, nos instruyó: “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga”, 1 Corintios 11:26.
El Domingo del Ven a Cenar
Por este motivo, el 14 de noviembre, se realizará El Domingo del Ven a Cenar, en el Templo de la Fe y en todas las Iglesias Universal del país.
Así como el famoso y antiguo himno cristiano dice: “Ven a cenar, ¡el Maestro llama!”. Participe e invite a sus familiares y amigos también. Como está escrito: “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis Su sangre, no tenéis vida en vosotros”, Juan 6:53.
Si hace tiempo que usted no participa de la Santa Cena, aproveche esta oportunidad.