“Y otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, salió del altar; y llamó a gran voz al que tenía la hoz afilada, diciéndole: Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están maduras.” Apocalipsis 14.18
El propio Señor Jesús da la orden al ángel que tiene autoridad sobre el fuego y que tiene la hoz afilada, para juntar los racimos de la vid, es decir, el pueblo de Dios, que lo recibió y que están con sus vidas lavadas y redimidas en Su Sangre. Ellos se reunirán a Dios para no sufrir la gran tribulación que vendrá sobre la tierra.