“Pero respondiendo Él (Jesús), dijo: —Toda planta que no plantó Mi Padre celestial será desarraigada.” (Mateo 15:13)
El Señor Jesús, en Su enseñanza citada en el versículo anterior, enfatiza que Dios arranca aquellos “árboles” que no dan frutos, pero conserva a los que son fructíferos.
Estos dos tipos de “árboles” simbolizan a dos clases de personas: los que se aferran a la Palabra de Dios y aquellos que ignoran lo que Él enseña.
Como orienta el obispo Clodomir Santos, la diferencia entre estos dos tipos de personas puede verse al comparar la naturaleza de cada una.
“Usted sabe que la persona solo puede entender la Palabra de Dios por el Espíritu de Dios, porque Él es la esencia de la vida – no de la vida humana, sino de la vida que viene de Dios. Cuando Él se manifiesta, transforma a la persona en una nueva criatura. Él hace que se manifieste en ella una nueva naturaleza – una naturaleza espiritual, Divina, la naturaleza Señor Jesús. Y cuando ella tiene esa naturaleza, obedece naturalmente a la palabra de Dios. Se convierte en una persona de Dios se vuelve un hijo de Dios”, aclara.
Por eso es importante que nos autoevaluemos. Tenemos que preguntarnos qué tipo de árbol somos. ¿Hemos generado frutos buenos o malos?
“Si usted es un árbol bueno, puede tener la certeza de que sus frutos serán buenos. Y el Espíritu Santo lo sustentará, lo guardará, lo fortalecerá, le dará ánimo, le dará disposición. Y pueden levantarse en su contra, pero caerán. Todos los que se levanten en su contra caerán y usted pasará”, completa el obispo Clodomir.
También sobre este pasaje bíblico el obispo Macedo orienta: “No hay vida sin el Espíritu de Dios. Usted puede tener dinero, éxito, usted puede tener una formación académica magnífica; pero si no tiene el Espíritu de Dios, usted no tiene vida. Porque solo el Espíritu Santo da vida. Sólo el Espíritu de Jesús da la victoria para aquellos que Lo tienen. Por lo tanto, si usted no tiene el Espíritu de Dios, no priorice nada más en su vida a no ser recibirlo. Porque solamente después de que reciba el Espíritu Santo es que entenderá la Palabra de Dios. La interpretación correcta de la Biblia solo es dada por el Espíritu Santo a aquellos que Lo tienen. Es el Espíritu Santo quien hace que seamos una nueva criatura”.
Por lo tanto, en ese camino espiritual que recorremos durante nuestra vida, tenemos que prestar atención a lo que Dios nos quiere enseñar, debemos poner en práctica Sus enseñanzas, para que podamos generar buenos frutos.
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