Imagínese estando dentro de su vehículo en un momento de tráfico intenso. La circulación se hace lentamente, pero de forma ordenada. Hasta que, de repente, algunos deciden infringir las normas de tránsito para intentar llegar más rápido a destino. De a poco, el caos comienza a reinar en aquel lugar: la fila de automóviles se desorganiza, los constantes bocinazos se convierten en el nuevo sonido del ambiente y la furia de los conductores se hace notar.
Del mismo modo, cuando la mente humana está perturbada, la vida se transforma en un verdadero desastre. La indisciplina es una de las causas principales de los problemas. La persona desorganizada mentalmente tiende a fracasar en el amor, a tener deudas, a ser negativa, entre otras cosas.
Orden: sinónimo de éxito
“Más buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Este versículo revela que Dios debe estar en el primer lugar de la lista de prioridades y, como resultado, todas las áreas de la vida funcionarán perfectamente. La paz que el Señor le proporciona al ser humano hace que su mente se vuelva apta para solucionar las dificultades.
El Ayuno de Daniel es el propósito perfecto para las personas que necesitan poner en orden su mente. Usted tendrán la oportunidad de desintoxicarse de todo lo que las contaminan y, a su vez, recibir la plenitud del Espíritu Santo.