Desde hace unos años, la industria de la moda y del entretenimiento está promoviendo el culto a la belleza. Sin embargo, en los días actuales, esto se intensificó exageradamente.
Muchas mujeres buscan competir con los estereotipos de belleza de una modelo de publicidad, donde sus imágenes, incluso, sufren retoques digitales.
El error que cometen estas personas es priorizar la apariencia por sobre todas las cosas. De este modo, se dejan influenciar fácilmente por lo que dicta la moda, y terminan frustradas al no alcanzar ese patrón imaginario que tanto deseaban.
La belleza espiritual
Quien es sabio prioriza el cuidado espiritual porque sabe que esto es lo fundamental de la vida. La persona que tiene el Espíritu Santo no solo refleja la imagen de Dios a través de su comportamiento, sino que transmite alegría y paz a todos los que la rodean. Por lo tanto, no hay ningún arreglo estético que tenga semejante poder.