Usted está exhausta, el día fue largo y lo que quiere hacer es llegar a casa y descansar. Merecido. Pero el deseo se le pasa ni bien abre la puerta. En ese instante la pila de platos parece gigantesca, la ropa para planchar continúa en el mismo lugar y la casa necesita ser arreglada.
Ahí surgen algunos pensamientos: el primero es que usted no nació para ser ‘Amélia’, el segundo es que la tarea de dejar la casa en orden es muy dura, y el tercero: que organizar el hogar podría ser más fácil si existiera un manual.
¿Qué tal salir de la teoría?
En medio a tanto quehaceres, cuidar la casa se vuelve uno más, y lo que tenía que ser bien hecho termina quedando a un lado.
Lucelaine Araújo mantiene la meta desde que se casó, hace 26 años. Ella reveló en el sitio web cristianecardoso.com/pt que aprecia cuidar su casa, tarea que no le es un fardo. “Algunas nacen organizadísimas, otras aprenden a organizarse. Lo que no puede pasar es pensar que la desorganización es normal, y que usted ya se acostumbró a vivir así”, señala Lucelaine. Y pregunta: “Vamos a hacer un test: ¿su cartera está organizada? ¿Podemos abrir su placard sin que usted se avergüence?”
Puede que no parezca, pero no se trata de una misión imposible. Alcanza con querer y empezar con pequeños gestos.
Un buen comienzo es levantarse de la cama y dejarla arreglada (puede parecer obvio, pero mucha gente no lo hace). Después, guardar cada objeto en su debido lugar y la ropa que estuviera esparcida por la habitación.
Esfuércese en planchar las prendas de ropa el mismo día o al siguiente de haberlas lavado. Así, la tarea se vuelve más fácil y menos agotadora.
Dejar las cosas acumularse es justamente lo que forma las ‘montañas de desorden’. Por eso, aparte 10 minutos para hacer un ‘barrido’ por la sala y guardar los objetos que estén en el lugar equivocado.
Finalmente, busque limpiar la cocina después de cenar. Sabemos que es realmente tentador ‘abandonar’ los platos en la pileta con el pensamiento de lavarlos al otro día. Pero tenga en mente que los 10 minutos extra, después de la cena, pueden ser recompensados después.
Y lo mejor: es posible hacer todo con buen humor – crea. Ponga una linda canción y mientras cuida la casa sepa que está cuidándose a usted misma y a su familia. Y si llega la pereza, recuerde que nuestro hogar es el lugar donde recibimos a las personas que más amamos y que necesita estar limpio y organizado, para descansar después de todo un día. A fin de cuentas, no se puede aprovechar el tan deseado descanso con la ‘consciencia sucia’ de no haber hecho lo que era necesario, ¿no es verdad?
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