La capacidad de lidiar con diferencias comunes en cualquier relación amorosa varía de matrimonio a matrimonio. Muchos tienen dificultades para rechazar las adversidades que surgen diariamente y evitar mayores desgastes. Cuando una de las partes involucradas detecta una señal de alerta lo ideal es buscar mantener el diálogo.
No darle importancia a los pequeños detalles, dejando de corregir lo que necesita cambiar puede ocasionar conflictos aún mayores. “Los problemas aumentan de tamaño cuando no se enfrentan. Son como un balde de ropa sucia; si no lo lava hoy, mañana hay más” afirma el psicólogo Silmar Coelho.
Al mismo tiempo, el licenciado recuerda que frente a una situación complicada, el matrimonio necesita entender que hombres y mujeres actúan de formas diferentes. Por esta razón no siempre es simple hacer que el compañero entienda lo que el otro siente. Es por eso que en medio al enojo algunas personas pierden el control y consecuentemente la razón.
“Una conversación sincera es importante, sin agredir o culpar, sino explicando lo que se siente. Lo que pasa muchas veces es que hombres y mujeres no ven el problema de esta forma. Un buen ejemplo es hablar sobre los sentimientos, ya que cada uno se manifiesta de una forma diferente”, apunta Coelho.
La mujer necesita saber que es amada
El psicólogo explica que el hombre piensa que proveyendo las necesidades de la mujer está diciendo que la ama. Sin embargo, para la mujer esas cosas no bastan, pues ella necesita escuchar todo el tiempo que es amada, mientras que el hombre no. “La exposición de sentimientos es uno de los motivos de las discusiones entre algunos matrimonios”.
La verdad es considerada como la base fundamental para la construcción de un vínculo; contar lo que pasa aumenta la confianza. Mientras tanto, el especialista explica que la decisión de hablar o dejar de decir algo debe analizarse dentro de la situación y de acuerdo con la personalidad del compañero. “en algunos casos las personas hablan más de lo que es necesario, lo que puede traer problemas en la vida del matrimonio.
Un buen ejemplo son las informaciones que no van a añadir nada a la vida del otro, sino que, muy por lo contrario, pueden provocar celos y peleas. Es preciso tener sentido común antes de decir cosas innecesarias” explica.
Para el psicólogo, una relación saludable se construye todos los días, con pequeños gestos y actitudes de respeto y amor. A pesar de que los problemas en el matrimonio son inevitables, él cree que vale la pena el esfuerzo y el intento de superarlos y buscar que la relación sea mejor día tras día.