Ella quiere atención, él quiere jugar con los videojuegos. Ella compra ropa que a él le agrada; pero él solo quiere jugar con los videojuegos. Entonces ella se produce: ropa, peinado, maquillaje. Hace poses para llamar su atención y, aun así, toda la dedicación del muchacho está en avanzar de nivel en el juego.
En internet están circulando fotos que una llamada “Gatúbela rechazada “se habría sacado. Para conquistar a su compañero, la muchacha se vistió con un disfraz sensual de la súper heroína y le envió las imágenes al celular. Tal vez esa no sea la forma más adecuada para atraerlo hacia ella, pero la respuesta fría del muchacho, una foto de un joystick seguida de un epígrafe “Jugando” (foto arriba), la hizo darse cuenta qué era lo más importante para su novio. Ese mismo día, ella terminó el noviazgo, porque, según sus palabras, “él ya estaba colmando su paciencia y esa fue la gota que rebalsó el vaso.”
Respete la señalización
El caso de la mujer “gatúbela” fue relatado por el sitio web DudeComedy y muchos lectores no creyeron en la veracidad de la historia. Pero, siendo verdad o no, el hecho es que hay millones de parejas viviendo una situación similar. Uno de los dos se esfuerza en la relación, quiere compartir experiencias, pero al otro no le importa mucho.
Sin embargo, no todos los que son dejados en segundo plano optan por terminar la relación.
El escritor y conferencista Renato Cardoso, autor del libro “Matrimonio Blindado” junto a su esposa, Cristiane Cardoso, explican que muchas veces la persona cree que no va a conseguir a “alguien mejor” si termina la relación, o entonces piensa que es posible perdonar los errores, ya que, cuando están, juntos, ella se siente bien.
“Entonces, la persona deja pasar por alto cosas que no debería dejar pasar”, afirma el conferencista.
Según él, se debe estar atento y respetar las señales dadas durante el noviazgo, ya que ellas indicarán el éxito de la relación a largo plazo, incluso en el matrimonio.
“Lamentablemente, la mayoría de los divorcios comenzaron en el noviazgo, por las malas elecciones y la ceguera a las señales de incompatibilidad que ya se presentan durante esa etapa, pero no son percibidos.”
Sáquese la venda
Para Cristiane Cardoso, todos tienen pequeñas fallas que pueden corregirse, pero es necesario querer esto: “Cuando amo, cuando quiero hacer a mi marido feliz, si sé que hay ciertas actitudes que perjudican nuestra relación, cambiaré un poco mi personalidad y no habrá problema, porque si lo amo voy a hacerlo.”
En este caso, la peor actitud que se puede tomar es “hacerse el ciego”. Como dice el refrán, “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Si hay algo que está mal se debe conversar seriamente. A partir de entonces, pueden surgir dos resultados:
1-Los dos reconocen sus fallas y buscan el cambio; en este caso, los dos deben actuar con honestidad, dedicándose verdaderamente al bien de la pareja.
2-Uno (o ambos) es intransigente y no acepta sugerencias. Si esto ocurre, es mejor rever el noviazgo, porque el matrimonio seguirá por el mismo camino. Después de todo, “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3). [related_posts limit=”15″]