Ser abandonado o rechazado por alguien es una experiencia difícil para cualquier persona, incluso para los animales.
Todo parecía que iba bien para la pequeña perra Astra, Ella estaba en un hogar temporalmente, después de haber sido abandonada por su primer dueño. Solo que los hogares temporales no son permanentes y, como la familia que la tenía no podía cuidarla más, tuvo que devolverla al refugio que estaba. Al darse cuenta de que su dueño temporal la estaba abandonando, Astra lloró (foto).
Decir que el rechazo y el abandono causan dolor no es un lenguaje simbólico. No es nuevo que investigadores busquen entender cómo el dolor del rechazo no es solo emocional, sino que también físico.
Un estudio realizado en el 2011, por el Ph. D en psicología Ethan Kross, de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, fue la primera evidencia de que el rechazo puede, literalmente, doler. Durante el estudio a 40 personas que habían atravesado una separación en los últimos 6 meses, se verificaron las reacciones del cerebro de cada una en un máquina de resonancia magnética y se constató que los centros sensoriales que reflejan el malestar físico que acompaña a una herida, por ejemplo, también presentan actividad, con niveles significativos, cuando los participantes miraban la foto de la ex pareja y pensaban en los detalles de la separación.
De hecho, nadie quiere o le gusta ser rechazado, y no sabemos lidiar fácilmente con ese dolor. El sentirse la peor de las criaturas, el preguntarse varias veces el porqué del abandono, rumia dentro de las personas.
No son pocos los rechazados en este mundo. Rechazados por el cónyuge, por los padres, por los hijos, por una empresa, por los amigos, por la sociedad. Pero Dios es el único que no rechaza a nadie.
“Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y al que a Mí viene, no le echo fuera.” (Juan 6:37)
La Biblia está llena de ejemplos de cómo Dios actúa en la vida de los rechazados. Transformó en gobernador a aquel que fue rechazado y vendido como esclavo por sus hermanos; en rey a aquel que ni siquiera por su padre fue recordado. Ubicó en Su santo linaje a una prostituta y, hasta hoy, aquellos que para el mundo no tienen ningún valor, cuando se acercan a Dios, de todo corazón, se convierten en valiosos instrumentos en Sus manos.
Plenamente amado
Dios puede transformar el dolor de ser rechazado en placer y alegría de ser amado y querido por el Creador del Universo. ¿Hay mayor honra que esa? Y, ¿usted sabe lo que se necesita para que esto ocurra? Ir hacia Él.
“Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar.” (Mateo 11:28)
Busque a Dios. Quizás usted ha buscado ser amado por todos y siempre ha recibido desprecio y desconsideración. Pero solo Dios puede hacerle sentir realizado y plenamente amado.
Todos los domingos y miércoles se realizan en la Universal, reuniones para los que quieren conocer a Dios y vivir la plenitud de ese amor. Busque la dirección de una iglesia más cercana a usted y póngale un fin al dolor del rechazo.
Comparta este mensaje con sus amigos y familiares. Tal vez alguien esté pasando por ese dolor y usted ni lo imagina.
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