Cuando alguien se siente reemplazado en una relación, el dolor es tanto que parece no haber nada que calme el sentimiento de abandono. Solo quien pasó por eso sabe cuán horrible es…
· Ser reemplazado por un amante;
· Ser reemplazado por amigos o familiares;
· Descubrir que su novio/a está teniendo algo con otra persona;
· Tener que lidiar con el hecho de ver al marido con una nueva mujer mucho más joven;
· Sentirse solo porque su pareja prioriza el trabajo o los bienes materiales;
· Implorar atención porque su compañero/a no hace a un lado al celular y las redes sociales;
· Vivir frustrado sexualmente.
La realidad es que cuando su pareja prioriza otras cosas o personas, la relación se desgasta y quien sufre la exclusión normalmente queda con su autoestima por el piso, sintiéndose inseguro y sin valor.
Esto también vale para los solteros que están buscando pareja. Existen muchos casos, por ejemplo, en los que la persona conoce a otra a través de internet, y descubre que en realidad esta hablaba con varias personas al mismo tiempo.
Así, la desesperación de la pérdida puede hacer que se piense en desistir del amor. Pero sepa que esa no es la solución. Abandonar la lucha solo trae más sufrimiento.
Es posible superar el dolor de la pérdida y recuperar o conquistar lo que usted siempre quiso. Sepa cómo lograrlo en la próxima Terapia del Amor.
Su oportunidad de vencer todos los problemas que le han hecho sentir reemplazado en el amor es este jueves a las 10, 16 o 20 h en Av. Corrientes 4070.
Dejaron atrás las decepciones
Gracias a la Terapia del Amor, Patricio y Gabriela pudieron olvidar las decepciones que sufrieron, que incluyeron hasta planes de casamiento frustrados.
“Estaba en pareja e incluso tenía planes de casamiento. Habíamos empezado a comprar los muebles de la casa, teníamos ya la fecha decidida y de un día para el otro ella empezó a decirme que no quería casarse, que tenía dudas. Fui a verla a su casa sin avisarle y la encontré con otro. Me puse muy mal, estaba decepcionado y me costó mucho recuperarme”, recuerda Patricio.
Por su parte, Gabriela estaba de novia, pero su pareja no quería ningún tipo de compromiso. “Esa relación duró seis años, yo tenía todas las expectativas puestas en él, pero al ver que no había futuro me deprimí. Así conocí la Terapia del Amor. Puse en práctica lo que aprendí y aprendí a valorarme”, cuenta ella al recordar como estaba.
Patricio también participaba de la Terapia del Amor y en una de las charlas se fijó en Gabriela. “Yo la veía y se me aceleraba el corazón, era algo muy extraño. Me acerqué a hablarle, empezamos a conocernos y tras dos años de noviazgo nos casamos”, afirma él, a lo que ella añade: “Ya hace ocho años que estamos juntos y somos muy felices”.
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