Uno de los grandes problemas de miles de personas es creer que las desgracias y las malas situaciones solo les suceden a las otras personas. Al tomar una decisión o al andar por un camino, es necesario saber que existen consecuencias. Algunas buenas, otras no tanto. Cuando decidió probar una nueva droga sintética, cuyos efectos aún no son totalmente conocidos, el joven Connor Eckhardt, de 19 años, no imaginó que los resultados serían tan catastróficos.
Connor entró en coma después de haber consumido una vez la sustancia conocida como “Spice”. La droga es una mezcla de hierbas y productos químicos sintetizados en laboratorio, que supuestamente crea un efecto similar al de la marihuana. Además de comercializarse libremente en varios estados de los Estados Unidos, se vende por internet y es considerada “no apta para el consumo humano.” Entre los riesgos conocidos, están los ataques cardíacos y los problemas cerebrales. Los daños son enormes. ¿Por qué, entonces, Connor y tantas otras personas deciden probar algo tan peligroso?
El joven murió en menos de un mes después de haber consumido esta droga y esa muerte no fue la primera relacionada al consumo de la misma. En Rusia 25 personas murieron y más de 700 buscaron atención médica, según informaciones del periódico The Guardian. El texto resalta que la “Spice” es más peligrosa que la heroína. En el 2012, en el estado de Texas, en los Estados Unidos, la joven Emily Bauer, en ese momento con 16 años de edad, sufrió varios derrames después de consumir esta droga sintética, que había comprado en una gasolinera. Los daños cerebrales la dejaron ciega y con una parálisis en todo el cuerpo. Hoy en día, ella no camina y necesita ayuda para realizar actividades sencillas.
Para el que consume drogas, las posibilidades de que algo salga mal son máximas no mínimas. Las malas consecuencias son una certeza. No vale la pena tomar una decisión irracional y mucho menos dejarse influenciar por otras personas.
¿Cuáles fueron las elecciones que ha hecho en su vida? La droga lleva a la persona por un camino tortuoso y muchas veces, fatal. ¿Usted está dispuesto a correr todo ese riesgo por un momento pasajero de euforia? El placer es superficial y maltrata al organismo, que pasa a querer dosis cada vez mayores. La adicción se instala y, poco a poco, destruye la vida de quien consume la sustancia y de las personas que la rodean, como la de familiares y amigos. ¿Usted necesita enfrentar todos esos riesgos? Esté seguro que no, por eso, tome la decisión de no acercarse a ese mal que hace daño y encarcela. Sea consciente e inteligente en sus decisiones.
Si usted quiere salir de ese camino o conoce a alguien que desea liberarse del vicio, participe este domingo de la reunión principal a las 9:30 o a las 15 hs, del Tratamiento para la Cura de los Vicios, en la Universal de Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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