Posteé esto en mi Facebook recientemente: “Usted puede realizar más en un día de enojo justo que en un año de pasividad.” E muitos perguntaram: “O que é raiva justa?” Pelo jeito, não é tão óbvio quanto eu pensava.
Usted sabe qué es el enojo y qué es justo. Quizás nunca haya visto estas dos palabras juntas, pero ahora piense en lo que significan. El enojo y la justicia están muy relacionadas. Normalmente es nuestro sentido de justicia lo que suscita nuestro enojo.
Cuando algo está mal, inmediatamente tenemos una reacción. Si alguien ya lo encerró cuando conducía, sabe exactamente de lo que le estoy hablando. Usted se enojó. Pero si reaccionó acelerando más y encerrándolo a él, ese enojo no fue justo. Usted puso en riesgo su seguridad y la de los demás. No actuó correctamente. No resolvió nada. No mejoró la educación en el tránsito, solo la empeoró.
El enojo justo no empeora las cosas. Actúa furiosamente, pero con inteligencia, para corregir lo que está mal. Es veloz. Es firme. Está enfocado en el resultado positivo. No se detiene delante de nada. Y por eso, cuando ese tipo de enojo entra en acción, usted es capaz de realizar más en un día de lo que logró en un año de pasividad.
Cuando usted esté enojado con algo, recuerde esto: el enojo es una poderosa fuente de energía. Es como la electricidad, que puede encender las luces y los aparatos de su casa o darle un golpe eléctrico, y usted puede morir electrocutado. Su enojo puede ser justo y puede ayudarlo a corregir lo que está mal o llevarlo a actitudes aún más incorrectas y arruinar su vida. Todo va a depender de cómo usted usará esa energía.
En este momento en su vida, ¿está enojado por algo? Entonces pregúntese: “¿Voy a hacer algo al respecto?”
1-Si su respuesta es “no”, entonces consiga una manera segura de descargar ese enojo lo más rápido posible. Vaya al gimnasio. Ore. Escriba un diario. Desahóguese con un amigo. Y deje de pensar en el tema.
2-Si la respuesta es “sí”, ¡entonces aproveche esa energía! Enfóquese en el resultado positivo y comience a actuar inmediatamente. El secreto está en el “inmediatamente”. ¡Es ya, ahora!
(¿Todavía está ahí?)
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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