«Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso y no lo halla. Entonces dice: “Volveré a mi casa de donde salí”; y cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. Va entonces, y toma consigo otros siete espíritus más depravados que él, y entrando, moran allí; y el estado final de aquel hombre resulta peor que el primero. Así será también con esta generación perversa.» Mateo 12:43-45
El espíritu inmundo, mencionado en la Biblia, se considera el dueño del cuerpo y del alma de la persona a la que está usando.
Ella se encuentra intranquila, con dudas, miedos y preocupada, es decir, no tiene paz en su alma.
Cuando las personas llegan con ese problema a la Universal, los obispos, pastores y obreros expulsan al espíritu inmundo. Él obedece y sale por la autoridad del Señor Jesús.
De esta manera, la persona se siente bien, sin embargo, si el Espíritu Santo no ocupa ese espacio donde antes se alojaba el espíritu inmundo, este regresa con otros siete peores y la vida de la persona se vuelve insoportable.
Por lo tanto, la persona debe buscar al Espíritu Santo para que Él entre a su vida, pero no como los espíritus inmundos, sino pidiéndole permiso y respetándola. Cuando la persona busca, ora, pide, clama y se entrega, Él (el Espíritu Santo) la protege, la guarda y pasa a ser el Señor de su vida.
Si los problemas no lo dejan en paz y quiere ser libre de los tormentos espirituales, participe de la Reunión de Liberación a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y 20 h, en la Universal más cerca de su domicilio.
Si en su localidad rigen las medidas sanitarias que le impiden participar de las reuniones de manera presencial, usted podrá hacerlo de manera online, a las 20 h, a través de:
La radio Red Aleluya FM 106.3 y en todas sus repetidoras del país o por Radio Buenos Aires AM 1350.
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