Carmen Gutiérrez tuvo una vida de muchos problemas. Debido a las graves dificultades económicas, hubo momentos en los que no tenía para comer. En el intento de salir adelante, abrió tres comercios, pero tuvo que cerrarlos. “No me sentía capaz”, afirma.
Como si eso no bastara, tuvo problemas de salud, como dolores de cabeza y gastritis sangrante. Todo lo que comía lo vomitaba con sangre. Un verdadero sufrimiento.
Pero el peor dolor, que tuvo que soportar, fue la pérdida de su hija de diecinueve años en un accidente: “Todos los días salía a la puerta de mi casa a buscarla”. Carmen y su esposo se sumergieron en una profunda depresión.
Muchas veces pensaba en morirse, y ese pensamiento se intensificó aún más cuando le diagnosticaron cáncer de mama. Para ella, ese era el momento para dejarse morir.
Cuando aceptó la invitación para participar de las reuniones de la Universal, notó un cambio, pudo dormir después de haber tenido insomnio durante tres meses.
Poco a poco, al escuchar las prédicas, entendió que tenía la necesidad de recibir el Espíritu Santo y en una Hoguera Santa tuvo la oportunidad de sacrificar por el Bien más precioso.
El Espíritu Santo cambió todo en su vida, desde su interior hasta su exterior, su salud, su familia, su vida económica. Hoy todo es totalmente diferente y disfruta de los beneficios del sacrificio.
Participe de este propósito de fe
¿Usted quiere la manifestación de Dios en su vida? Entonces, participe de la Hoguera Santa de Israel en el Monte Carmelo, este 2018. Busque una Universal e infórmese (consulte la dirección más cercana).
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