El problema que tienen muchas personas es que quieren prosperar, pero no saben adónde quieren llegar. Quieren ser empresarios pero no piensan en lo que deben hacer para lograrlo, ni siquiera entran a Google y buscan “Cómo abrir una empresa”. Nunca buscaron un contador para preguntarle qué deben hacer. O sea, nunca averiguaron cuáles son las metas que deben cumplir para alcanzar su objetivo.
Dios le da al ser humano una visión, un objetivo, una meta, le muestra adonde puede llegar. Entonces el ser humano logra motivación para luchar, pasa a tener un objetivo en la vida. Porque si el hombre no tiene objetivos, se la pasa dando vueltas y no llega a ningún lado.
Supongamos que un arquero tiene en manos un arco y una flecha y está a 25 metros del blanco. Se concentra, tensa el arco y lanza la flecha. Acierta en el blanco. En este caso, el blanco es su objetivo y el recorrido de la flecha son las metas que cumplió hasta llegar al blanco. ¿Cuánto tuvo que entrenar y prepararse para dar en el blanco? Esas son las metas. Por ejemplo, tiene que saber cuánta fuerza aplicar, qué postura corporal adoptar, medir la velocidad y dirección del viento, concentrarse, saber el peso de la flecha… El hecho de lograr todas esas metas le hará alcanzar su objetivo.
Vea por ejemplo la historia de Kate Middleton, princesa del Reino Unido. Cuando se casó, todos se escandalizaban porque una plebeya había contraído matrimonio con un miembro de la familia real. Pero ella no cayó en paracaídas dentro del palacio de Buckingham. Si usted investiga sobre su historia, verá las metas que ella fue trazando desde niña para llegar a su objetivo. Desde pequeña le decía a la madre “voy a ser una princesa” y su madre la apoyó. Miraba fotos del príncipe, comenzó a hacer cursos de ceremonial y protocolo para encajar en la familia real. Hizo de todo, incluso entró al mismo colegio que él, buscó saber qué tipo de mujer le agradaba y trabajó para convertirse en ese tipo de mujer. Ella tenía un objetivo y fue trazándose metas para lograrlo. Así, cuando la oportunidad llegó, ella la pudo aprovechar.
El objetivo está hecho de metas diarias. Dios le da una visión, una idea, le muestra adónde puede llegar. Pero las metas diarias para llegar hasta ahí las debe realizar usted. No basta ser bueno, hay que mantener la mirada puesta en el objetivo, porque si la saca, empezará a equivocarse e irá rumbo a la ruina.
Ellas superaron las dificultades
Eva: “Tiempo atrás, cuando llegué al Congreso para el Progreso, lo único que tenía eran cuentas para pagar. Debía impuestos, no tenía agua caliente y mi casa era muy precaria. Gracias a Dios luchando y perseverando, hoy tengo mi departamento, una casa, un gimnasio, un auto y un buen ingreso, nunca más pasé necesidades, hoy tengo otra calidad de vida”.
Hilda: “Participando del Congreso para el Progreso prosperé. No tenía ni para comer, pasé por situaciones de mucha humillación, buscaba comida en la calle. Conocí la Iglesia buscando un comedor para alimentar a mis hijos y empecé a participar. Hoy, gracias a Dios tengo mi empresa, soy fabricante de ropa, vendo al interior del país, tengo empleados y una vida completamente distinta”.
Congreso para el progreso, todos los lunes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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