Pocos días atrás, el mundo sufrió por el ataque de WannaCry, un virus informático que puso en jaque al planeta. Se calcula que al menos 74 países fueron afectados por ese software malicioso, entre ellos, España y el Reino Unido, donde el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) fue una de las mayores víctimas.
Por el ataque, se perdieron historias clínicas, hubo que cancelar operaciones y las autoridades tuvieron que desviar ambulancias a hospitales no infectados.
Tanto el surgimiento del virus, como su propagación y posterior desactivación tuvieron una cosa en común: el factor humano. Se cree que el incidente tuvo su origen en un conjunto de herramientas de ataque informático que fue robado a la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos. Al descubrirse esa situación, Microsoft, una de las empresas que estaba afectada por el uso de esa herramienta, lanzó un parche de seguridad para todas las versiones de su sistema operativo Windows, desde XP hasta 10. El problema radicó en que no todos los usuarios actualizaron sus computadoras y, gracias a esa falta de actualizaciones, el virus WannaCry encontró una brecha por donde entrar y hacer daño.
¿Cómo impedir que un nuevo ataque tome a su computadora de rehén? Siguiendo estas recomendaciones de seguridad:
• Actualizar los sistemas operativos y aplicaciones a la última versión disponible. En caso de contar con una red, asegurarse de que todos los equipos que la integran cuenten con los parches de seguridad aplicados.
• No ejecutar archivos de dudosa procedencia que podrían llegar como adjuntos en correos electrónicos. Esta recomendación también aplica en caso de recibir un correo sospechoso por parte de un contacto conocido.
• Mantener actualizadas las soluciones de seguridad para poder optimizar la detección de estas amenazas: antivirus, anti malware, etcétera.
• Realizar copias de seguridad periódicas de la información relevante. Al tener la copia realizada, puede reemplazar los archivos infectados por versiones anteriores que están “sanas”.
• En caso de que se trate de una empresa, también es recomendable dar aviso a los empleados de que estén alertas frente a esta amenaza y que no ejecuten archivos de procedencia sospechosa.
Por más novedosa, útil, avanzada y automatizada que esté la tecnología, el factor humano siempre será fundamental para que toda la estructura no colapse, así que siga las recomendaciones y esté atento a mensajes y correos sospechosos.
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