Trabajar, cursar, llevar a los hijos a la escuela, ir al médico, realizar trámites y, además, cumplir con el resto de las responsabilidades que hay en la lista de pendientes. Parece que el tiempo es cruel con el ser humano, ¿y además este debe ser paciente?
En la sociedad actual, y con tantas tareas por hacer, tener paciencia puede sonar algo absurdo, pero es sumamente necesaria para el bienestar de las personas. Porque es imposible que un individuo logre sus metas personales si, además de esforzarse y ser disciplinado, no sabe esperar la recompensa de su sacrificio. Tarde o temprano, el estrés y la ansiedad consumirá su salud psicológica y emocional.
La paciencia es una virtud ignorada por gran parte de las personas, sin embargo, contribuye, además, a la sana convivencia. Porque, ¿cuántas personas hay que han perdido a sus familiares, amigos, trabajos, incluso su dignidad, a causa de un momento estresante que los llevó a irritarse y decir o hacer algo que no debían?
El cuarto Fruto del Espíritu Santo
“Mas el fruto del Espíritu es Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Fidelidad, Mansedumbre, Dominio propio; contra tales cosas no hay ley”, Gálatas 5:22-23.
Por más que luchemos contra nosotros mismos e intentemos ser mejores personas, nuestra naturaleza siempre tenderá a hacer lo que están mal. Por eso, necesitamos tener al Espíritu Santo en nuestro interior, para que nos conduzca hacia la Verdad y nos transforme de tal manera que podamos ser capaces de superar conductas que nos perjudican tanto a nosotros mismos como a los demás.
Enterate más sobre esta cualidad en el Estudio Bíblico El Fruto del Espíritu Santo que se realizará este miércoles, a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y, principalmente, a las 18 h, en todas las Universal del país.