El mundo puede encontrar a un(a) excelente profesional, que dedicó años de su vida estudiando y trabajando por un objetivo. Puede encontrar a un marido o a unaesposa excepcional, y a un padre o a una madre ejemplar. Pero, ¿qué piensa de usted mismo? ¿Está preparado(a) para la Obra de Dios?
Parte de nuestro éxito está sujeto a algunas circunstancias especiales en nuestras vidas, como saber escuchar y aceptar la Palabra de Dios, y actuar de acuerdo a lo que aprendemos a partir de nuestras lecturas de la Biblia y oraciones.
“El sabio los escucha y aumenta su saber, y el inteligente adquiere capacidad.” Proverbios 1: 5
La fe es una habilidad muy fuerte. Si el hombre confía, escucha la voz de la razón y, a partir de entonces, empieza a realizar las cosas en su vida. Para eso, él necesita aprender a reconocer su capacidad y aptitud para determinadas situaciones que se presentan por el camino.
Formar parte de la Obra de Dios nos permite ver cuán necesaria y verdadera es nuestra habilidad; igual que cuando el Señor llamó a Bezaleel y a Aholiab y los llenó de habilidad, inteligencia y conocimiento en todo artificio, para la obra del servicio del santuario.
“…y los ha llenado de habilidades para que hagan toda obra de arte y de invención, de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor e inventen todo diseño. Así, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre de talento a quien el SEÑOR haya dado sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado el SEÑOR.” Éxodo 35:35; 36:1
Cuando Dios lo llame, confíe en su capacidad. Esté preparado para escuchar y actuar de acuerdo a su fe.
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