Vamos a examinar algunas cosas que dice la Biblia acerca de la educación de los niños.
Tanto en el Antiguo como Nuevo Testamento, Dios hizo hincapié en la importancia de la educación de padres a hijos. En la época de los patriarcas, Dios confió en la determinación de los hombres fieles a sus instrucciones para transmitir a las generaciones posteriores. Él le dijo a Abraham: Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.” (Génesis 18:19). La confianza de Dios en Abraham no se basa en la experiencia que tuvo como padre. Dios sabía que Abraham era fiel al Señor, y que haría lo mejor como padre.
Cuando Moisés resumió la voluntad de Dios a los israelitas en las últimas semanas de su vida, dijo: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” (Deuteronomio 6:6-7).
Asaf, uno de los salmistas de Israel, escribió: “Las cuales hemos oído y entendido;
Que nuestros padres nos las contaron. No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas del Señor, y su potencia, y las maravillas que hizo.” (Salmos 78:3-4).
El libro de Proverbios contiene muchas enseñanzas prácticas de padres a hijos. Consideremos algunos versículos que resaltan la importancia de dar y recibir esta orientación: “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura.” (4:1): “Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.”(4:20),”Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre;”(6:20),” El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre. “(10:1),”El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.” (13:1), “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (22:6).
El Nuevo Testamento también habla de la importancia de la instrucción de los padres. Pablo comentó sobre la fe que Timoteo aprendió de su madre y su abuela (2 Timoteo 1:5). El mismo apóstol escribe: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6:4). El autor de Hebreos habla sobre la importancia de la disciplina en la educación de los hijos (Hebreos 12:4-11). Toda la Biblia enfatiza el valor de la educación dada por los padres a sus hijos.
Algunas cosas que los padres deben enseñar a sus hijos
– Respetar a las autoridades. Aprender a respetar a la autoridad absoluta del Señor es de suma importancia para la salvación eterna de sus hijos (Mateo 28:18-20, 2 Tesalonicenses 1:7-9). Sin embargo, esta lección se inicia antes que el niño desarrolla la capacidad de comprender la idea de ser un ser espiritual e invisible. Cuando el niño aprende a respetar la autoridad de la madre y el padre terrenal, da un paso importante hacia la sumisión a Dios. Si no respetan a los padres visibles, ¿Cómo obedecerá al Padre celestial?
– Conoce al Señor. Cuando traemos un hijo al mundo, dar vida a una persona con un espíritu que va a existir para la eternidad – o en la presencia de Dios en la gloria del cielo, o desterrado de su presencia en el tormento del infierno (Juan 5:29, Mateo 25:46, 2 Tesalonicenses 1:8-9). El niño crece y se hace responsable de sus actos, y su condición de pecador (Romanos 3:23). Para alcanzar la vida eterna y evitar el castigo eterno, debe conocer al Señor. Hay que creer en Jesucristo (Juan 8:24), arrepentirse (Lucas 13:3) y ser bautizado para el perdón de los pecados (Hechos 2:38, Marcos 16:16). Los padres deben enseñar a sus hijos acerca de Dios y la salvación en Jesús.
– Conocer la Biblia. Para conocer al Señor, es necesario conocer la palabra, que Él nos reveló. El Salmo 78 habla de la importancia de enseñar basado en la historia bíblica. A los niños pequeños les gusta escuchar las historias de Noé, Abraham, Moisés, David, Daniel, etc. Ellos son capaces de aprender muchas cosas importantes acerca de Dios. Comience desde temprano y siga ayudando a sus hijos a crecer en el conocimiento de la palabra.