“Tengo 21 años y estoy de novia. Aparentemente él es la persona ideal para mi. Me acuerdo de un propósito que hice mucho antes de conocerlo, en el que coloqué en un papel todas las características de mi futuro novio/esposo. Pero un tiempo después de que comenzara a salir con él encontré ese papel y, aunque parezca increíble, mi novio tiene todas las características que había escrito. Como ni todo es un mar de rosas, él no es de la iglesia. Por eso desde el inicio de nuestra relación dejé bien en claro que no iba a dejar mi fe por su causa, y el accedió. Hasta lo llevé un domingo a la iglesia, él entro en silencio y salió igual. Todo estaba bien, pero se queja de que cuanto está lejos le hago falta, pero cuando salimos se siente angustiado. Sé que hay un mal en nuestro noviazgo, estoy orando y ayunando, pero reconozco que necesito ayuda.” – Amiga.
Respuesta:
Amiga, en los días actuales existen muchas dificultades para encontrar a una persona con quien comenzar una relación. Creo que ese muchacho puede cambiar, pero cada una tiene su fe, mi fe no aceptaría ese tipo de relación, porque si teniendo la misma fe no es fácil, imagina teniendo una fe diferente.
Dios la ve como una hija querida y amada. Él no quiere su mal, siempre desea lo mejor, por eso usted debe tener cuidado. La única manera de que este noviazgo funcione será cuando su novio acepte a Jesús. Coloque toda su fuerza en lo que quiere y tendrá la respuesta deseada.