¿Por qué aún no recibí el Espíritu Santo? Bien, si usted se está haciendo esta pregunta, ya dio por lo menos un paso en dirección al bautismo: ya oyó hablar de Él y quiere recibirlo.
Sin embargo, puede tener certeza de algo: Él no vendrá por casualidad.
La Palabra de Dios dice:
“… los ojos del SEÑOR contemplan toda la tierra, para mostrar Su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él.” 2 Crónicas 16:9
Sus ojos pasan por toda la Tierra buscando. Pero, ¿buscando qué? ¿Qué necesita encontrar en usted para sellarlo(a) con Su presencia?
Imagínese que usted sea un gran empresario de éxito que desea expandir sus negocios, pero, para alcanzar eso, es necesario emplear (o promover) a personas para el puesto de director, gerente, etc. Una vez que el valor del salario no sea un problema para usted, ¿cuáles serían las principales características que usted buscaría en esas personas? Más allá, claro, de la experiencia profesional necesaria para el trabajo, con seguridad usted buscaría a alguien que fuese obstinado en hacer que su negocio creciera. Para eso la persona necesitaría ser confiable para que otros, entonces, pudiesen seguirla, pero, al mismo tiempo, HUMILDE también para aprender.
A usted también le gustaría que ella diese sus opiniones y trajese nuevas ideas, pero al mismo tiempo sería necesario que fuese OBEDIENTE para seguir su dirección.
La inversión sería grande, y por eso usted no quiere alguien que se quede con usted por algunos meses y después busque un nuevo empleo. Por eso usted está buscando a alguien que sea FIEL y que esté dispuesto a estar a su lado no solo en los momentos de gloria, sino también en los momentos difíciles.
Su visión no es solo de detenerse por ahí. Usted quiere seguir expandiendo su negocio y para eso serán necesarios otros directores y gerentes a futuro, por eso usted está buscando a personas que no sean egoístas, sino que estén dispuestas a ENSEÑARLES A OTRAS, compartiendo con ellas lo que recibieron de usted. En fin, usted está buscando personas que sean HUMILDES, OBEDIENTES, FIELES y listas para ENSEÑARLES A OTRAS.
¿Y no es eso también lo que Dios está buscando encontrar en las personas para llenarlas con el Espíritu Santo?
Él quiere personas que sean humildes para aprender y obedientes para poner en práctica Su Palabra. Que sean fieles a Él, principalmente en los momentos difíciles y de tentación para que puedan completar la carrera guardando la fe. Y, claro, personas que estén listas para compartir con otros lo que Él les dio y, así, el Reino de Dios pueda expandirse.
Por lo tanto, si usted no es humilde, entonces pase a serlo. Si usted es desobediente, decida obedecer. Si usted no ha sido fiel, elija serlo. Si usted es una persona egoísta, entonces comience a compartir – todo eso es opción suya, y el Espíritu Santo lo ayudará.
Durante estos 21 días del Ayuno de Daniel, no espere que el Espíritu Santo venga sobre usted por un “pase de magia”.
PROVOQUE su bautismo con el Espíritu Santo haciendo que los ojos del Señor vean esas características en usted.
Y no se olvide: Él quiere vivir sobre usted mucho más de lo que usted quiere que Él venga.
Que Dios le bendiga.
Colaboró: Obispo Celso Junior