La fe no nos fue dada solo para conquistar, sino, principalmente, para santificar el Nombre de Dios y obedecer Su Palabra.
El desánimo, la debilidad, el cansancio e incluso la desesperanza son sentimientos que, de vez en cuando, tocan a nuestra puerta, especialmente si estás luchando para alcanzar el éxito profesional y económico. Por eso, la fe es un elemento imprescindible para enfrentar cada obstáculo.
Es así:
«Porque andamos por fe, y no por vista…» 2 Corintios 5:7
La fe levanta, anima y hace que el ser humano llegue a donde jamás llegaría sin ella. Nos da valentía, nos hace prevalecer en las batallas y creer en lo imposible.
Además, la fe es dada por Dios, por lo que tu intención correcta es determinante para recibir o no la bendición. No tenés que desear prosperar para ostentar o ser superior, sino para bendecir a tu familia, la Obra de Dios y santificar Su Nombre. De esta manera, Él Se alegrará en bendecirte.
Además de esto:
«Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.» Mateo 22:21
Esta Palabra nos enseña que debemos ser justos en todo, cumplir nuestra palabra y no aceptar dinero fácil, porque la deshonestidad cobrará su precio. Aparentemente, podés ganar ante los hombres, pero vas a perder ante Dios. La falsedad y la mentira te robarán la paz. No comprometas tu Salvación con engaños. Agrademos a Dios con nuestra fe, no avergoncemos Su Nombre, y las puertas se abrirán en nuestra vida.
Participá:
La reunión Prosperidad con Dios se realiza los lunes en el Templo de los Milagros, en los siguientes horarios: 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y 20 h.
También puedes participar en la Universal más cercana a tu domicilio. Encontrá la dirección acá.