“… pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y Me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la Tierra”. Hechos 1:8
Usted sabe que lo más importante para que una persona reciba el Espíritu Santo es que sea testimonio de Jesús, de Su resurrección, en los cuatro rincones de este planeta. Ser cristiano es dar testimonio de Jesús no solo en el hablar, sino con sus actitudes y con su carácter.
Muchos quieren recibir las cosas de Dios, pero cuando el Espíritu Santo entra en una persona esta tiene necesidad de dar. El Espíritu Santo no es solo para que usted reciba las cosas de Dios, hay quienes buscan a Dios por interés, pero Abraham tenía desinterés y por eso Dios lo bendijo.
Recibir el Espíritu Santo es más que recibir una bendición, ¡es que usted sea la propia bendición! Por eso los miércoles y los domingos son los días más importantes en la Iglesia Universal, porque los dedicamos a la búsqueda del Espíritu Santo.
¡El Espíritu Santo lo puede todo! La persona está en búsqueda de paz y, cuando Le entrega su vida al Príncipe de Paz que es Jesús, que es Quien bautiza con el Espíritu Santo y es Quien salva, no solo logra paz, sino una vida nueva.
Quizás usted tiene una vida torcida, pero quiere tener una vida recta, entonces busque el Espíritu Santo si aún no Lo tiene y, si ya Lo tiene, siga buscándolo para que Su llama esté cada vez más encendida dentro de usted. Ser bautizado con el Espíritu Santo es tener a Dios en su interior.
Piense en eso.
Dios le bendiga.