El príncipe inglés Harry habló sobre la muerte de su madre por primera vez. La declaración la hizo en una entrevista a la red de televisión BBC, casi 20 años después de que Lady Diana sufra el accidente.
“No hay problema con sufrir, pero hay que hablar sobre eso. No es una debilidad. Ser débil es tener un problema y no admitirlo y no solucionarlo”, confesó Harry. De acuerdo con el monarca, durante muchos años evitó hablar sobre su pérdida, porque el dolor era demasiado grande. Hace solo cuatro años comenzó a sentirse un poco más cómodo para conversar sobre este tema.
“Las personas piensan que si uno tiene una carrera, estabilidad financiera, familia, una casa, y todo ese tipo de cosas, eso es todo lo que se necesita y que uno no tiene problemas”, declaró.
Como Harry, millones de personas pierden entes queridos todos los días. El motivo de la separación puede ser la muerte, un viaje permanente, una determinación judicial o tantas otras. El obispo Júlio Freitas y su esposa Viviane, por ejemplo, hace algunos años perdieron, de una sola vez, a sus dos hijos.
Viviane cuenta que fue la experiencia más dura por la que pasó desde que forma parte de la Obra de Dios: “Para mí (el momento más difícil) fue cuando perdí a los niños que habíamos adoptado. Los cuidé por tres años, pero no conseguimos la guarda judicial y tuvimos que renunciar a ellos. Fue una gran lucha interior, ya que fue difícil olvidar aquella pérdida y continuar con mi vida”.
En ese momento Viviane se sintió impotente, frustrada por perder a sus hijos. Como lo relata en su blog personal, ella llegó a perder las esperanzas y creer que la vida no tenía más sentido.
“Todo se desmoronó, sufrí mucho, lloré, por un dolor insoportable que me sofocaba. Me vi sin fuerzas, sin actitud, pero logré vencer ese sentimiento que domina por completo nuestra razón”, recuerda. “Para ser sincera, parecía que no soportaría aquel dolor cruel. ¡Era un sentimiento terrible! ¡Estaba débil y muy sensible! Hice lo que siempre aprendí. Le pedí fuerzas a Dios, pero los sentimientos y los buenos recuerdos me mantenían presa al dolor. No lograba mirar más allá, ni lo mejor para mí”.
La voz más alta
Como muchas otras personas, Viviane suplicó a Dios. Él era el único capaz de librarla de aquel dolor, sin embargo, eso no sucedió rápido. Y ella entendió el porqué.
“Dios hablaba conmigo, Su voz era muy baja. Descubrí algo, la voz de mi ego era más fuerte que la de Él. Es claro, que Él me respeta, y dejó que tome mis propias decisiones”, relata.
La Biblia recomienda:“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando al Señor tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él.” (Deuteronomio 30:19,20)
Es decir: Dios propone la verdadera felicidad o la amargura y cabe a cada uno elegir el camino que seguirá. Aquellos que eligieron la alegría, deben oír Su voz, cumpliendo Sus enseñanzas.
Cuando Viviane se dio cuenta de que escuchaba su propia voz más que la de Él, cambió su actitud: “¡No había manera de que mis hijos regresen! ¡No podía seguir viviendo con un dolor que no tenía solución! Y ¿para qué seguiría alimentando solamente mis sentimientos, que no me traían nada nuevo? Realmente tuve que ser dura conmigo misma, al punto de no ser comprendida por las demás personas”.
Esa disciplina que se impuso a sí misma la hizo sentirse libre, a veces, con nostalgia, pero sin el dolor de la pérdida. Y así también puede ser la vida de cada uno, independientemente de la pérdida que sufrió.
Después de convertirse en adultos, los dos niños, que nunca olvidaron el amor que recibieron de Júlio y Viviane, pidieron volver a vivir con ellos. Hoy, los cuatro forman una familia unida y dedicada a Dios. Sepa cómo fue el regreso de Vera ingresando aquí. Y lea sobre el reencuentro de los dos con Louis ingresando aquí.
“Sea lo que fuere que haya perdido, ya se fue, hay nuevas conquistas esperándolo. No sea esclava(o) de ese dolor, usted puede ser más fuerte que él”, refuerza Viviane. Participe de la Reunión de Liberación, que se realiza todos los viernes, a las 8, 10, 16 y 20h y descubra cómo.
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