“Bienaventurado todo aquel QUE TEME AL SEÑOR, QUE ANDA EN SUS CAMINOS. Cuando comas del trabajo de tus manos, dichoso serás y te irá bien. Tu mujer será como fecunda vid en el interior de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa”. Salmos 128:1-3
“No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”. 1 Juan 2:15