Allí estaban miles de personas que ni pestañeaban. Las miradas estaban fijas y los oídos muy atentos a las enseñanzas del obispo Edir Macedo durante la concentración de fe y milagros el domingo 31 de marzo a las 9:30, en el Cenáculo del Espíritu Santo de Santo Amaro, en la zona sur de la capital de San Pablo.
Durante la reunión, que también fue transmitida por IURD TV y por la radio Red Aleluya, todos pudieron aprender que el proyecto de Dios es que sus hijos se vuelvan seres espirituales para administrar sus planes aquí en la Tierra.
“Dios creó perfectas todas las cosas, pero faltaban seres para administrar su creación. Él no puede encargarles esa tarea a los ángeles, pues son seres espirituales. Él necesitaba seres espirituales pero que también fueran físicos, para administrar Su creación aquí en la Tierra para Su gloria”, dijo.
En el momento de reflexión, el obispo explicó que Dios tenía solo un hijo, y ese era unigénito, pero después de que Jesús vino a la Tierra e hizo el perfecto sacrificio, dejó de ser único para ser primogénito. “Jesús, a través del Espíritu, generó hijos para Dios, volviéndose el primero entre los otros, y esa es la mayor gloria de Dios.”
“Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.” Salmos 8:5
“Los hijos de Dios son aquellos que son generados por el propio Dios, a través del bautismo en las aguas, que significa el arrepentimiento y, obviamente, la venida del Espíritu Santo, que hace esa transformación. Cuando nacemos del verdadero Padre celestial somos elevados hasta Su presencia, y cuando vivamos en la eternidad seremos seres espirituales, así como los ángeles, solo que en la condición de hijos”, finalizó.