Sé que no estamos en el mes de los enamorados, pero este tema no necesita una fecha especial. Un poco de romanticismo es siempre bienvenido.
A todo ser humano le gusta sentirse amado y valorado, y eso no depende de su crianza, educación o condición económica. La sensación de bienestar al recibir y dar cariño, atención, elogios, el intercambio de miradas, las sonrisas de complicidad y las palabras dulces ¡son pequeños gestos que demuestran cuán especiales somos o cuán especial alguien es para nosotras y confirman que el romanticismo definitivamente nunca pasará de moda!
Pero no podemos negar que existe un romanticismo que solo es posible en novelas o en películas, su influencia distorsiona la expectativa de muchas mujeres. Hay mujeres que sueñan despiertas con su príncipe encantado y al iniciar una relación en la vida real, terminan esperando y exigiéndole demasiado a su pareja, y, consecuentemente, frustrándose. La consecuencia es una desilusión y un fracaso más en la vida amorosa.
Siendo así, concluimos que el romanticismo en la medida justa le hace bien a la pareja. Cuando ambos, al sentirse valorados, invierten aún más en la armonía y complicidad entre ellos, fortalecen mucho más la relación.
Entonces, amiga, ¿qué le parece pensar sobre la “dosis” de romanticismo en su relación? Quizás alcanzar el equilibrio sea lo que le falta para que construya una relación más feliz.
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