Para ser feliz en el matrimonio, hay que tener en cuenta los sabios consejos del Señor Jesús.
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Mateo 22:37-38
Estos dos grandes mandamientos se resumen en la cruz: el asta vertical representa la comunión entre el ser humano y Dios; y el asta horizontal simboliza el amor hacia sí mismo y hacia los demás.
En la cruz, el asta vertical sostiene el horizontal, y en el matrimonio es la relación con Dios lo que mantiene esa unión. En otras palabras, el primer mandamiento es fundamental para que la pareja funcione bien.
La segunda relación debe ser con uno mismo, porque si la persona no está bien consigo misma, mucho menos podrá ser feliz con alguien. Muchas personas quieren un matrimonio bien constituido, pero no lo logran debido a que tienen una herida en su interior: traumas, odio, culpa, entre otras cosas.
En resumen, para que un matrimonio funcione, ambos deberán tener comunión con Dios y priorizarlo en todo. Y para poder amar verdaderamente a su cónyuge, usted tendrá que amarse a sí mismo, así como dijo el Señor Jesús: “… Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Si necesita orientación, llámenos al (011) 5252-4070.