Dicen por ahí que “la vida es corta”. Realmente, el tiempo vuela, ya estamos nuevamente a fines de un año más. No hay tiempo que perder. Pero lamentablemente es esto lo que mucha gente está haciendo: perdiendo el tiempo. Recuerdo que antes de conocer a Cristiane, tuve una relación que duró cuatro años. Cuando se terminó, una de las cosas que más me abatían era el tiempo que perdí y que ella también había perdido. Cuatro años pasaron y aquello no resultó en nada.
Así también existe mucha gente a la deriva del amor. Imagínese a un barquito en el medio del mar, sin motor, sin vela, sin remo, sin nada. Y usted en ese barquito. Es así que mucha gente está en el amor. Sin dirección, sin perspectiva, sin futuro.
Muchos están en una relación que no va a ningún lugar, infelices, y pensando así: “¿Espero, lucho por esta persona, o abandono este barco mientras aún soy joven e intento rehacer mi vida con otra persona?”
Otros, solteros, están mirando a su alrededor, buscando a alguien. Pasa el tiempo y el tiempo pasa, y no ven nada en el horizonte.
Para quien tiene problemas en el amor, el tiempo es un enemigo.
¿Qué hacer?
Lo peor que usted puede hacer es nada. Estar parado, dándole tiempo al tiempo y esperando que, de alguna forma, la situación vaya a cambiar. No lo hará. Por lo menos no hasta que usted cambie y haga algo diferente.
Es sobre ese “algo diferente” que vamos a hablar en la conferencia de la Terapia del Amor de este jueves. Cristiane y yo vamos a ayudar a las parejas y a los solteros a vencer el tiempo. Vamos a mostrarle qué es lo que usted puede hacer para provocar el cambio en su vida amorosa.
Usted se ha preguntado: “¿Qué me falta hacer para que Dios bendiga mi vida amorosa?”
Venga a descubrirlo.
La vida es demasiado corta para vivir en la soledad o en una mala relación.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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