El arma de los cristianos contra el comodismo
En una de sus apariciones a los discípulos, Jesús, después de Su resurrección, se aproximó a un grupo de discípulos que se encontraban pescando en el Mar de Galilea, y pidió algo para comer. Como no tenían, dijo a los discípulos que lanzasen la red a la derecha de la barca, y así hicieron. Para sorpresa de todos, la pesca fue tan maravillosa que no pudieron levantar la red, debido a la gran cantidad de peces.
La fe de los discípulos, en este acontecimiento, fue de gran importancia para recibir la bendición. Si se hubiesen quedado acomodados, el milagro no habría sucedido.
Estamos viviendo una época en que muchas personas llegan a la conclusión de que no sucede ninguna transformación considerable en sus vidas. Muchas se preguntan diariamente por qué sus vidas no han cambiado. ¿Por qué en cada año que pasa no sucede nada bueno? ¿Cuál será la razón? ¿Por qué sus vidas no cambian?
Uno de los grandes motivos para que eso suceda es estar viviendo según la carne. Muchas personas se han acomodado en sus vidas diarias, creyendo estar viviendo una vida en la presencia de Dios. Sin embargo, lo que les falta es nacer del Espíritu Santo. El comodismo hace que esas personas estén impedidas de recibirlo, porque no abren sus corazones. Solo se puede recibir alguna cosa de Dios, con un corazón abierto y esperanzado.
Muchas personas que se encuentran acomodadas, no se preocupan con esta situación. Creen que por sus méritos conseguirán realizar sus deseos.
Las cosas de Dios vienen por la fe, y solo es posible recibirlas a través del nuevo nacimiento, eso no sucede simplemente por mérito personal.
Si alguien desea cosas grandes, debe en la misma proporción, poseer fe. Es por ella que vienen las bendiciones. Pero para eso, es necesario nacer de nuevo, pues así alcanzará las promesas contenidas en las Escrituras. Aquellos que continúan viviendo en la carne no alcanzarán los favores de Dios, por más que lo intenten.
Pablo, escribiendo a los romanos, dejo en claro que el justo vivirá por la fe. Si alguien no vive conforme a los padrones bíblicos, es porque todavía no nació del Espíritu Santo, continua viviendo en la carne, y viviendo de esa manera, no alcanzará las bendiciones de Dios.