“Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.” Apocalipsis 3:1-3
Con este versículo el obispo Edir Macedo comenzó la reunión el domingo 3 de febrero a las 18 hs. en el Cenáculo Principal de la Iglesia Universal del Reino de Dios en Portugal, reunión que también fue transmitida en simultáneo por la IURD TV.
Durante el estudio del Apocalipsis, el obispo destacó la importancia de que las personas guarden lo más importante para un cristiano: la salvación eterna. “Nosotros hemos visto muchas buenas personas, que tienen fe, se empeñan, luchan por el pueblo, pero por otro lado también hay en su interior cosas que las corrompen y más temprano o más tarde, será revelado lo que tienen de malo. Nosotros tuvimos pastores y obispos que presentaban un buen trabajo y, de repente, hicieron algo que no encuadraba con sus atribuciones.
Cuando hay buenas obras, no faltarán las personas que elogian, y por eso muchos terminan exaltando la vanidad. Allí está el gran peligro, pues las buenas obras que hacemos, muchas veces, nos dan una sensación de bienestar y terminamos dejando que el orgullo entre en nuestra vida, sentimiento que destruye la vida de cualquiera”, advirtió el obispo.
A continuación inquirió: “Pero, ¿por qué Jesús permite que eso suceda? La obra del Altísimo es muy santa y pura, y Dios prueba el carácter, la fe y la fidelidad de cada uno, para que se confirme quien Le pertenece. Jesús permitió la presencia de Judas hasta el último día, pues sabía que era un ladrón, pero Él lo hizo para probar su fe.
Dios es infinitamente glorioso, nosotros no tenemos idea ni capacidad alguna para imaginar Su grandeza. Ni la Biblia es capaz de revelar Su grandeza, no hay palabras que puedan representarlo. Cuando una persona es llamada, probada y aprobada entonces ella tiene el derecho de gozar de toda la eternidad de la presencia de Dios, pero son pocos los que lo logran”, concluyó.
El estudio del Apocalipsis es los domingos a las 18 hs. en los Cenáculos del Espíritu Santo de todo el mundo.