Andrea: “Estuve 3 años y medio lejos de Dios, fue una mala decisión. Al principio, era una madre ausente y me costaba dormir de noche. Después perdí el trabajo. Hasta que mi madre me invitó a la reunión. Después del primer viernes pude dormir bien. Ahora me ocupo de mi hijo y estoy liberada”.
Cecilia: “Sufría una parálisis facial severa. No podía comer y no tenía sensibilidad. Fui al kinesiólogo, hice lo que los médicos me dijeron pero no mejoraba, era un virus. Además, tenía insomnio y escuchaba voces. Vine acá tres viernes y fui liberada, siento paz porque tengo a Dios”.
Viernes a las 8, 10, 12, 16 y principalmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro o haga clic aquí y vea la dirección de la iglesia más cercana a su hogar.