El Señor de los Ejércitos promete hacernos ver otra vez la diferencia entre el justo y el perverso, entre el que Le sirve y el que no Le sirve.
Cada promesa bíblica es una profecía, un voto de Dios. Independientemente de la creencia humana, se va a cumplir.
Se va a cumplir en la vida de los que realmente creen.
¿Y qué es preciso hacer para ver esa diferencia en la vida?
Manifestación clara y objetiva de la fe.
La fe sobrenatural es el único canal de comunicación entre la criatura y el Creador. Este tipo de fe se refiere a la actitud con relación a cada una de las promesas de Dios.
Ella, por sí sola, ya exige manifestación, disposición, entrega y dedicación de la vida debido a su naturaleza Divina.
No hay forma de manifestar esta fe sin actitud concreta.
Al ser abordado por dos ciegos, Jesús preguntó:
“¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.” Mateo 9:28-29
Eso muestra que la manifestación del Poder de Dios está sujeta al acuerdo de la fe de cada uno.
Antes de curarlos, primero Jesús les preguntó si creían. Él podía curarlos, sin embargo, ellos tenían que corresponder con la fe. De lo contrario, nada sería hecho.
El cumplimiento de las promesas está sujeto a la certeza íntima de cada uno. Las bendiciones son gratuitas, pero Dios exige la fe materializada.
Jesús perdona al pecador, pero este debe abandonar el pecado. Es decir, hay perdón, pero su concreción depende de que el perdonado sacrifique el pecado. Eso se llama arrepentimiento.
Así es como funciona la fe sobrenatural.
El Señor dijo:
“Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a Mi alma.” Hebreos 10:38
Si no hubiera necesidad de la fe práctica, los cristianos se relajarían y perderían la guerra diaria contra el infierno.
Debido a eso, es necesario presentar la demanda, alegar las razones, pedir, buscar, tocar, orar, ayunar, en fin, desarrollar la fe.
Para que Abraham haya tenido una vida diferente, tuvo que obedecer día tras día; lo mismo sucedió con los otros héroes de la fe del pasado.
Ahora, ¿sería diferente hoy?
Quien quiera tener una vida diferente a la de los demás tiene que mostrar la diferencia de su fe. De lo contrario…
El voto de la fe es exigencia de la propia fe.
“Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no Le sirve.” Malaquías 3:18