La persona que sufre con el desprecio no encuentra fuerza interior fácilmente para superar el rechazo. Absorbe los comentarios negativos, se anula o cae en depresión, ya que su salud emocional está comprometida.
Fue lo que sucedió con Rosimeire Soares, de 31 años. (foto de al lado) Ella fue despreciada por sus padres y tuvo una infancia complicada por causa de la falta de amor. “Me convertí en una adolescente indignada, tenía una profunda depresión y siempre tuve el deseo de matarme. Para llenar mi vacío, comencé a prostituirme”, cuenta. Con solo 15 años, Rosimeire ocupaba sus días involucrándose con varios hombres, principalmente casados. Ella no podía sentir afecto por nadie, ya que sentía odio por las personas.
Para escapar del sufrimiento, la joven comenzó a buscar maneras de anestesiar el dolor. “Bebía al punto de perder la noción de dónde estaba. Y a veces bebía mucho y era como si la bebida fuese agua. No tenía efecto”, recuerda. Rosimeire cambiaba el día por la noche, porque no lograba dormir. Ella no tenía paz. Además, comenzó a tener serios problemas en la columna y fuertes dolores de cabeza, pero los médicos no le daban un diagnóstico.
“Yo no quería vivir en la prostitución, pero mi vacío me llevaba a tomar actitudes por impulso. Después, me arrepentía de todo. Era una vida solitaria y yo sufría callada. Nadie de mi familia sabía lo que sucedía”, relata. Rosimeire tocó fondo cuando se involucró con un traficante de drogas. Cuando descubrió que estaba casado, ella terminó la relación, pero él no lo aceptó.
Ella comenzó a recibir constantes amenazas de muerte del exnovio. Rosimeire no podía ir a ningún lugar. Siempre la seguían el exnovio o sus amigos. Ella estaba desesperada por ayuda y quería salir de aquel tormento. Su familia frecuentaba la Universal, pero ella siempre rechazaba todas las invitaciones para participar. Las amenazas de muerte hacían con que ella tenga miedo y no deseaba morir de aquella manera.
Hasta que un día el pastor de la Universal, a la que concurría su hermana, la invitó a participar en una reunión. “Yo sabía que, si no me volvía a Dios, mi exnovio me mataría. Acepté la invitación y le pedí ayuda al pastor. Él me aconsejó y me dijo que le entregue mi vida a Dios y comience a tomar nuevas actitudes”, cuenta.
Decisión
Rosimeire obedeció las enseñanzas del pastor. Comenzó a hacer la cadena de liberación y puso en práctica lo que aprendía en las reuniones. Su exnovio continuó persiguiéndola, pero ella permaneció firme en la Universal, continuó invirtiendo en su transformación y su interior fue cambiando. Ella se liberó y comenzó a tener paz.
Rosimeire no necesitaba más remedios para dormir y sus problemas de salud terminaron. Su relación con su familia se transformó y finalmente dejó de ser perseguida. Hoy, ella no tiene ningún resentimiento, superó los traumas del pasado y no necesita más fiestas, hombres o bebida para ser feliz. Solo necesita a Dios.
¿Está pasando por problemas de orden espiritual? Sepa cómo liberarse de ellos participando todos los viernes a las 8, 10, 16 y 20h en la Reunión de Liberación en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 o ingrese en www.universal.org.ar/direcciones y encuentre una iglesia más cercana a usted para participar.
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