Recientemente una pareja fue presa en Curitiba, capital de Paraná, Brasil, bajo la acusación de mantener a una chica de 20 años y a otra de 15 secuestradas – la mayor estaba confinada hacía seis meses y la más joven hacía dos años. La Policía Civil, puesta en acción por los vecinos, informó que la pareja las obligaba a trabajar en actividades domésticas. Ellas terminaban haciendo lo que la pareja les mandaba bajo amenazas. De acuerdo con la policía, el agresor incluso habría puesto drogas en la comida de ellas y abusado físicamente de las dos. La pareja está presa y las muchachas fueron llevadas a un lugar seguro, no divulgado.
¿Nadie se dio cuenta antes que algo extraño estaba pasando? Es común que, con el ajetreo diario, las personas noten cada vez menos a los demás. Muchas veces no sabemos ni el nombre de nuestro vecino. Lamentablemente, la actitud de prestar atención y de hacer algo al respecto en el caso de que hayamos visto algo equivocado, ha sido olvidada.
Encontrada después de tres años
Otro ejemplo aterrador ocurrió en Londres en enero del 2006, cuando la policía encontró el esqueleto de una mujer acostado en el sofá de su departamento. Después del análisis de los huesos, se constató que eran los restos mortales de Joyce Vicent. Ella había muerto hacía tres años y nadie sintió la falta de esta mujer. El caso de Joyce, así como el de muchas otras personas que mueren y son encontradas después de meses e incluso años, muestra la falta de humanidad que ha invadido a países, ciudades, barrios y corazones. La verdad es que es difícil para los seres humanos notar al otro.
¿Cómo ha tratado a su vecino o a las personas en general? ¿Ha mirado a su lado o solo ha vivido en una burbuja individual y egoísta? Por supuesto que no debemos dejar nuestra propia vida para vivir la del otro, pero es necesario mirar al prójimo atenta y amorosamente. La globalización ha acortado las distancias entre países, pero profundizó la indiferencia entre los seres humanos. Por lo tanto, reflexione sobre esto y trate de prestarles más atención a las personas que le rodean. Después de todo, como citó la columnista norteamericana Abigail Van Buren: “El mejor indicador del carácter de una persona es la forma en que trata los que no le pueden traer ningún beneficio.”
Para no ser una víctima más de esta indiferencia en alarmante crecimiento, únase a las personas que día a día, aprenden a amarse y a amar al prójimo como a sí mismo. Acérquese a una Universal más cercana a su domicilio, encuentre las direcciones ingresando en: http://www.universal.org/direcciones/.
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