Muchas veces cuando pensamos en perfección, enseguida nos viene a la mente cosas que nos faltan, que necesitamos agregar a nuestras vidas. Nos falta esto, aquello, y pensamos que todo será perfecto cuando no haya nada más que sumar.
Sin embargo, a veces la perfección no está en agregar sino en sacar cosas de nuestras vidas. En realidad, este es el primer paso hacia la perfección. No tiene sentido agregar cosas que nos faltan por encima de otras que no deberían estar en nosotros. Tipo ponernos perfume en vez de bañarnos.
En la búsqueda de la perfección – sea como hombre, mujer, jefe, hijo, en el servicio al cliente, en el producto, en la fe, en el amor, etc. – comience eliminando todo lo que es innecesario, inútil o perjudicial.
Habiendo hecho esto, usted podrá incluso descubrir que no necesitará agregar nada más. Ya habrá alcanzado la perfección.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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