El sábado 13 de junio despertó la fe, la confianza y la alegría de un futuro diferente en la ciudad de Villa Bermejito, en Chaco. A las 9 de la mañana el camión de la Organización T-Ayudo llegó al Barrio Toba en Villa Río Bermejito, colmado de alimentos no perecederos, ropas, bidones de agua mineral, botiquines y un alimento especial: Biblias en el idioma Toba.
Cuando la Organización T- Ayudo arribó al barrio toba, la comunidad se puso a aplaudir. Las mujeres rodearon al grupo dándoles la bienvenida con una cordialidad diferente. Eran mujeres agradecidas por llevarles la Palabra de Dios. Enseguida contaron que estaban esperando ese día y que muchas familias querían aprender más sobre Dios.
A medida que pasaban los minutos, hombres, mujeres con niños, jóvenes y ancianos se acercaron a un terreno reservado para las Bodas del Rey, a solo 10 cuadras del Río Bermejito.
Un grupo de mujeres toba preparó con gran esmero una danza de bienvenida para tobas y criollos. Su vestimenta, característica de su pueblo, llamó la atención de todos y fue una reafirmación para los más chicos, que están aprendiendo su cultura.
El cacique Medrano estaba a cargo de anunciar en idioma qomlatac que, unidos, iban a participar de la Santa Cena, mientras le daba gracias a Dios por T-Ayudo, una organización que cumplió su palabra.
La reunión comenzó con el pastor Roberto declarando que: “Hoy hay una fiesta de Bodas en el Cielo por cada aborigen que acepta al Señor Jesús como su único Señor y Salvador”.
Estuvieron presentes 700 personas y 20 pastores tobas que ayudan a la comunidad esparcida en tierras aledañas a Bermejito. Después de entregar sus vidas a Dios y aceptar a Jesús como su Señor y Salvador, se hizo realidad lo que Jesús dijo: “… hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesiten convertirse.”, (Lucas 15:7).
Las 135 biblias en idioma qom distribuidas fueron lo extraordinario del día. El Evangelio en su propia lengua, la Luz de la Palabra de Dios llegó a caciques, ancianos y a los que más la anhelaron entender. ¿La sorpresa? El libro Nada que Perder 3, la tercera y última parte de las experiencias de la fe que transforma contadas por el obispo Macedo entró a cada hogar toba.
La fiesta continuó con un banquete preparado por los miembros de la Universal. Se entregaron 6 toneladas de alimentos, 1750 litros de agua, 11 mil prendas de ropa, 30 botiquines de primeros auxilios. La doctora Adriana Luna enseñó cómo utilizar el botiquín apropiadamente, y, junto a dos enfermeras chaqueñas, atendió a adultos y niños, se tomó la presión arterial y se orientó a los más urgidos.
En otro espacio, también a cielo abierto, una centena de niños se divirtieron con las educadoras que presentaron una historia con el fin de explicar que el Señor Jesús no hace acepción de personas, que Él ama sin distinción de color, raza o religión. Ellos también tuvieron su propio banquete compuesto por bocaditos dulces y salados.
Acompañados por el atardecer, el pastor Roberto y colaboradores de T- Ayudo visitaron el paraje La Pelolé. Unas 20 personas de la comunidad se reunieron para recibir una oración de bendición y protección.
Este día quedó marcado en la memoria de la comunidad del Impenetrable y en los más de 60 voluntarios que participaron de esta misión solidaria.
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