Sabrina y Mariano llegaron por caminos diferentes, cada uno con sus duras historias de vida: “Llegué enferma de leucemia, me habían dado días de vida. Además, tenía ataques de pánico estaba deprimida, siempre pensaba en la muerte”, recuerda Sabrina.
Mariano estaba perdido: “Era adicto al alcohol, anduve en la delincuencia. Forme una familia, pero no tenía la estructura para poder sostenerla. Tenía la columna desviada, iba a quedar paralítico.
Sabrina habla del cambio que vivió después de conocer la Universal: “Llegué sin poder caminar y salí caminando. Fui haciendo las cadenas y me sané y estoy liberada. Gracias a Dios pude formar mi familia.
Mariano también llegó a la Universal en el peor momento de su vida: “Estuve en situación de calle, comencé a las cadenas. Así conocí a mi actual esposa. Hoy tenemos nuestra casa, ya no estoy enfermo y gracias a Dios dejé los vicios, hoy estoy muy feliz”.
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