Miles de personas estuvieron con nosotros hoy en el Encuentro de las Familias, en Bogotá, Colombia.
Un error de muchos es compararse con los demás y ver lo que otros tienen, se inferiorizan y se excluyen, así uno se vuelve descreído, egoísta, soberbio y pierde la oportunidad de escuchar del Señor: Siervo bueno y fiel.
¡Esta noche quedará marcada en nuestras vidas para siempre!