De repente el silencio de la noche es interrumpido por las sirenas en Tel Aviv, capital israelí. Estas alertan a los habitantes de una amenaza. Las personas corren en grupos por las esquinas de la ciudad, mientras que es posible oír el ruido de explosiones a lo lejos. Todos buscan un lugar seguro para refugiarse. Entonces, un punto de luz en el cielo oscuro se apaga. Fue un misil más, interceptado. En la Franja de Gaza, varios puntos de intensa humareda negra se elevan en el cielo, entre las ruinas de los edificios alcanzados por bombardeos israelíes. Ninguna estructura resiste y los palestinos sobrevivientes de la Franja de Gaza caminan sobre los escombros, observando el ambiente. Las personas entran en desesperación y los puestos de salud quedan totalmente llenos.
La relación entre Israel y Palestina (mapa abajo) siempre fue marcada por muchas divergencias y conflictos, sin embargo, el último 12 de junio, después de la muerte de tres jóvenes israelíes secuestrados en Cisjordania, la situación se volvió más delicada, ya que el gobierno de Israel culpó a “Hamas” (una organización radical palestina que no reconoce la existencia del Estado de Israel y que controla la Franja de Gaza desde el 2007), por los homicidios ocurridos. En la búsqueda de los autores, el ejército israelí mató a seis miembros de Hamas y encarceló a más de 420 – además de eso, un adolescente palestino fue asesinado en Jerusalén. En respuesta a esta ofensiva, cohetes fueron enviados por el grupo radical contra los grandes centros poblacionales de Israel, tales como Jerusalén y Tel Aviv. Así, los israelíes iniciaron los bombardeos contra la región de Gaza y el escenario de guerra formado se volvió cada vez más devastador.
Mientras tanto, la muerte de los tres jóvenes fue solo la mecha para esta guerra, porque la situación política ya estaba tensa entre los territorios, cuando en abril de este año los líderes de Hamas y de los moderados de Fatah (un grupo político y armado también de Palestina), anunciaron un acuerdo entre ambos para que fuese posible la creación de un estado palestino en el futuro. El gobierno de transición fue creado, compuesto por un presidente y 17 ministros, y además de esto, fue ofrecido un acuerdo de paz, por los moderados, para que Israel lo firmara. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no concordó con la tregua, porque para él, no sería posible que los moderados entrasen en paz con Israel y, al mismo tiempo, con Hamas, siendo el grupo, el mayor defensor de la destrucción del estado israelí.
“Su Dios cambia el camino en el aire”
Las principales ofensivas por Hamas son promovidas por medio de cohetes, muchas veces lanzados a la noche. Entre los relatos de los habitantes de la región sobre el conflicto, el de Barbara Ordman, habitante de Cisjordania, llama la atención. Ella escribió un artículo para el periódico judío-británico de pequeño porte Jewish Telegraph (foto al lado) sobre su experiencia en relación a los ataques de cohetes enviados de Gaza, afirmando que necesitó esconderse con su familia en un abrigo en el subsuelo de la casa donde vive.
Barbara afirmó en su texto: “Uno de los terroristas de Gaza relató cuando fue cuestionado sobre la razón por la cual ellos no lograban apuntar sus cohetes con mejor precisión: ‘Nosotros apuntamos hacia ellos, pero su Dios cambia el camino en el aire.’ Cuando nuestro Dios no está ocupado haciendo esto, Él garantiza que el poder de crear alta tecnología en nuestra nación esté trabajando para producir otro iron dome que nos ayude a proteger nuestras ciudades y a nosotros mismos.”
El iron dome, que ella cita al periódico se trata del sistema de defensa antimisiles instalado en Israel, que funciona por medio de sensores para proyectiles de medio y corto alcance, para proteger la población de ataques aéreos palestinos.
Desde los tiempos de Abraham
El conflicto entre israelitas y palestinos retoman los tiempos bíblicos, cuando Abraham tuvo a sus hijos Isaac e Ismael y Dios había prometido la Tierra Santa para su descendencia. Sin embargo, según la Biblia, el heredero que generaría el pueblo escogido por Dios era Isaac. Por su parte, su hermano mayor, Ismael – que había nacido de la esclava Agar, expulsada de la tienda de Abraham – creció en el desierto y también generó una nación numerosa, que vivía en caravanas. Esos pueblos se desarrollaron, dando origen a Israel y Palestina, que duelan por el territorio desde entonces.
Después de la diáspora judía, el Imperio-Otomano tomó esas tierras y vivió en ellas hasta 1917. Sin embargo, los descendientes judíos que estaban esparcidos por el mundo volvieron al lugar en una migración en masa. Fue en este momento que los enfrentamientos conocidos hoy tuvieron inicio. En 1947, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo una división de territorio para que no hubiese más discordias, pero esta división no fue bien aceptada por ninguno de los dos pueblos.
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