En el programa Ensino da Fé del 10 de septiembre, el obispo Edir Macedo y su esposa Ester Bezerra hablaron sobre la importancia de la santificación, promovida a través del Ayuno de Daniel.
¿Qué significa santificarse?
El obispo explicó lo que realmente significa la santificación, dando como ejemplo a los levitas, descriptos en la Biblia. Observe lo que Dios le dijo a través de Moisés a la tribu de Levi:
«Y no profanéis Mi santo nombre, para que Yo sea santificado en medio de los hijos de Israel. Yo el Señor que os santifico…», Levítico 22:32.
Él hizo énfasis en lo que Dios espera de Sus hijos y siervos, respeto y consideración. «Cuando tomamos en serio el nombre de Dios, estamos teniendo cuidado para no profanar Su santo nombre. De esta manera, Su nombre es santificado en nuestras vidas», reforzó.
Orientaciones que dieron:
«Cuando Dios separó el árbol en el jardín, estaba diciendo que era Suyo y que no podíamos tocarlo por respeto a Él. Lo mismo sucede con el diezmo, Dios no necesita dinero, pero separarlo es una manera de respetar, considerar y honrar lo que Él dice», explicó Ester.
«Nosotros nos sentimos más leves y puros, porque nuestros pensamientos se enfocan en los pensamientos de Dios. Por eso, nuestra fe crece, aumenta, y nos sentimos más leves y libres, tanto de los problemas como de las ansiedades que el mundo genera», resaltó el obispo.
«Cuando hacemos el ayuno con el objetivo de recibir al Espíritu Santo, estamos santificándonos y separándonos, para que Dios santifique Su nombre a través de nosotros», declaró el obispo.
«No hay nada más precioso que estar cerca del Padre. El Señor Jesús nos dio este ejemplo, alejándose siempre para hablar con Su Padre y, principalmente, para escuchar Su voz. Él desea comunicarse, pero nosotros debemos darle oídos y separar ese tiempo para Él. ¡El Ayuno de Daniel es para eso!», dijo Ester.