Julián Alonso: “En mi infancia pasé por un abuso y tenía pesadillas horribles. Me convertí en adolescente y comencé a odiar a mi papá. Mi depresión, se dio en esa época, creo que a los 13 años y me dejé estar. A los 16, aproximadamente, empecé con el alcohol. Me drogaba cada día más, ni siquiera podía compartir un plato de comida con mi familia.
Me volví vicioso de todo tipo de drogas: marihuana, cocaína, pastillas, alcohol, nafta, pegamento, pepas y hongos. Si no consumía, me volvía loco. Estaba deprimido y era adicto, si conseguía un trabajo, no duraba ni tres meses.
Tuve ataques de pánico, era como si muriera todos los días, la mayoría los pasé en la calle, fue horrible. Me han llevado al psicólogo, pero lo único que hacía era llorar. Busqué otro tipo de ayuda y fue peor. Una vez pensé en tirarme en las vías del tren. La depresión es un como un vacío, es tristeza en el alma, no se la puede llenar con pastillas.
Cuando conocí la Universal, tardé en reaccionar. Hasta que me bauticé en las aguas, dejé todo, pedí perdón y limpié mi corazón. Superé la depresión, por Su misericordia me dio el Espíritu Santo, soy otro.
La experiencia que tuve con Dios no la cambio por nada. Mi vida familiar está bien, pedí perdón. Ahora vivo con mi papá, después de tantos años de odiarlo, todo gracias al Señor Jesús.
Él es mi todo, es el Padre y me da fuerza. Les sugiero a los que pasaron por lo mismo, que prueben con el Señor; no es una religión, Él vive y puede transformar su vida de adentro hacia afuera”.
Quizás, muchas veces pensó que la depresión y usted son uno. No se resigne a que sea su compañera de vida, necesita alejarse porque, en realidad, es su enemiga. La depresión usa sus emociones, pensamientos y recuerdos para atacarlo.
Participe este viernes a las 12 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted. Haga clic aquí y vea las direcciones de la iglesia.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.