La muerte viene cuando menos se la espera.
Puede venir en situaciones probables, como en situaciones improbables.
En una aventura.
En una diversión.
En un paseo.
En el tránsito, dirigiendo o cruzando la calle.
En casa, al dormir.
En un viaje.
En el trabajo.
O simplemente sentado, aguardando en una fila.
La muerte es implacable, cierta y precisa.
Sabiendo eso, ¿qué es lo que está haciendo para preparar su alma? ¿O usted piensa que cuando venga la muerte, todo se acabará?
No es en el cementerio donde usted vivirá después de morir, tampoco se reducirá a polvo o a cenizas simplemente.
Allí estará la morada de su cuerpo. Y a su alma, ¿dónde pasará la otra vida? La vida eterna, en la que, a diferencia de la terrenal, no será necesario preocuparse por proyectos, sueños, familia, objetivos o futuro.
Porque en la vida eterna o se vivirá muy feliz, al lado del Señor de la Salvación, o profundamente triste, perdido y arrepentido, por haber pasado los años de su vida rechazando la salvación.
Es por eso que mientras hay vida, hay tiempo para escoger dónde se pasará la eternidad. Aun hay chance de escoger donde vivir.
Muchas personas incluso logran escapar de la muerte, por un tiempo, pero en algún momento, viene y no se equivoca.
¿Usted sabe cuál es el día de su muerte? ¿El día que dejará su cuerpo? ¿Usted sabe quién lo recibirá cuando su alma se desprenda de su carne?
No espere ni un minuto más. Este puede ser el último llamado para su salvación.
Acérquese este miércoles a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 hs. en la Universal ubicada en Av. Corrientes 4070 Almagro.
Puede buscar una iglesia más cerca de su hogar, haciendo clic aquí.