La relación ya no tiene lugar en el presente, pero continúa existiendo en los pensamientos
¿Quién nunca escuchó o hasta dijo aquella frase: “Lo que pasó, pasó”? Eso seguramente necesita aplicarse a los amores del pasado.
Este fue el tema del programa “The Love School” del martes 28 de agosto, cuando los presentadores, el obispo Adilson Silva y su esposa destacaron que hay personas que dan voz a su corazón, viven en “la luna” y no logran el éxito en el presente porque guardan cosas del pasado. “Es por eso también que no tienen posibilidades de proyectar el futuro. ¿Cómo irá adelante mirando para atrás?”, comenta el presentador.
Para el obispo, esas personas se esconden en la excusa de no mandar en su corazón y que eso es más fuerte que ellas. “El hecho es que cultivan los recuerdos, escuchando música, buscando saber cómo está. A veces la persona guarda la imagen del otro como era antes, no imagina que envejeció o engordó. Y cada vez que lo recuerda es de la manera en que era. Esa es la señal de que la persona paró en el tiempo, pero el tiempo no para.”
La pareja también dio algunos consejos para quien quiere librarse de un sentimiento del pasado:
– Generar expectativas irreales en relación al pasado es peor que generarlas en relación al futuro. Nada de inventar fantasías pensando que todo podría ser diferente.
“Quien se alimenta con expectativas del pasado nunca logra ser feliz y tampoco permite que otra persona la haga feliz. No funcionó, no tenía que ser, ¿para qué traer el pasado al presente?, destaca Rosana.
– Cuando no queremos olvidarnos el día de pagar la cuenta, la colocamos en un lugar visible. Use la técnica contraria para olvidar al amor del pasado, busque evitar los recuerdos.
– No cometa el error de creer que va a curar un amor antiguo con otro. Cúrese primero para después entrar en una nueva relación. De lo contrario, usted podría contagiar a una tercera persona con su dolor.
“Hacer comparaciones entre las relaciones no funciona. Lo correcto es que, si tuvo problemas con la anterior, las resuelva primero. Pero, ¿cómo saber si se curó? Cuando involuntariamente viera a esa persona y le resultara indiferente”, comenta el obispo Adilson.
– Imagine que ese sentimiento sea como un bichito que tiene vida. ¿Cómo muere si todos los días es alimentado? Por lo contrario, la tendencia es que crezca y esté más fuerte. Deje de alimentarlo y él morirá de hambre.
– Para complementar el consejo anterior deshágase de todo lo que le trae recuerdos: fotos, regalos, escuchar las canciones que marcaron la relación, etc. Salga de la nostalgia.
– Recuerde que nadie puede andar en progreso mirando para atrás. Observe que la anatomía del cuerpo humano apunta hacia el frente. Experimente permanecer unos minutos mirando de costado y comenzará a sentir dolor en el cuello. Es como si la naturaleza nos estuviese enseñando a proseguir.