Mercedes conoció la Universal en uno de los peores momentos de su vida. Ella estaba decidida a terminar con todo: “No podía trabajar por los ataques de pánico, tomaba 18 pastillas por día.
Llegué a la Iglesia a través del programa de televisión, la noche de mi tercer intento de suicidio. Había tenido varios: quise tirarme debajo de un coche y saltar de la terraza. Pero en ese último, preparé medicamentos y pensaba tomármelos; me dije ‘esta vez no fallo’.
Le escribí una carta a mi familia, contándoles por qué me iba a matar. Sufrí desde niña y cada vez era peor, ya no había ningún incentivo para vivir. No aguantaba tanto sufrimiento, no daba más.
No soy de mirar televisión, pero ese día la prendí. Estaba bañada en lágrimas y escuché que decían ‘usted que sufre y quiere quitarse la vida’. Miré la pantalla y era como si el Pastor me hablara a mí, en ese momento Dios me salvó la vida”.
Ella no creía que fuera posible sobrevivir a tanto dolor, pero el Señor Jesús le mostró que todo es posible a través de la fe: “Yo nací de nuevo un domingo cuatro de junio. No sé ni cómo llegué a la Iglesia, no tenía ni una moneda, tampoco a nadie que me acompañara.
Estaba dopada porque tomaba muchos psicofármacos. Ese mismo día salí como una persona nueva, vivía en tinieblas y vi una luz.
Con el tiempo, pagué deudas que eran imposibles de pagar, recuperé mi casa, a mi familia y volví a trabajar. Estaba tan mal que no puedo creer la vida que tengo.
Quiero vivir muchos años más. Dios nos da fortaleza todos los días para saber qué hacer, soy muy feliz. Hoy disfruto lo que el Señor promete. Él no falla, es cuestión de perseverar y creer sin dudar”.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.