Los científicos esperaban un gran aumento de la actividad del Sol en este momento, lo que podría complicar bastante la vida en la Tierra en algunos aspectos. Sucede que el Astro Rey contrarió las previsiones. Ahora, los mismos hombres de la ciencia están preocupados por lo opuesto: la actividad de la estrella en torno a la cual nuestro planeta orbita disminuyó mucho. Algunos hablan incluso del inicio de una Pequeña Era de Hielo, como quedó conocido el período aproximadamente entre los siglos XVII y XIX, que marcó las menores temperaturas ya registradas en el Hemisferio Norte, matando a miles de personas y congelando ríos, lagos y canales en regiones en las que eso nunca había sucedido con tanta intensidad desde la Era de Hielo propiamente dicha.
Algunos estudios dicen que una prueba de eso es el hecho de que los inviernos serán mucho más fríos que lo normal de ahora en adelante, como sucede actualmente en el Hemisferio Norte.
Especialistas de todo el mundo temen que el Sol esté entrando en el período llamado Mínimo de Maunder: una baja en la incidencia de las manchas solares y de la actividad total de la estrella – que, tal vez no por casualidad, coincidió con la Pequeña Era de Hielo.
Esta disminución de actividad, cuando se esperaba que alcanzara el máximo, está sucediendo con una rapidez fuera de lo común, según la comunidad científica. En una entrevista a la red inglesa de comunicaciones BBC, Lucie Green, científica espacial de London College University, dijo que “cuando una estrella se vuelve muy inactiva, puede significar que se está adormeciendo”, describiendo al Sol más débil como “una bola durmiente de gas en el centro de nuestro Sistema Solar”. También de la BBC, el físico Richard Harrison, del Laboratorio Rutherford Appleton, en Oxfordshire, demostró estar extremadamente sorprendido: “En más de 30 años como físico solar, nunca vi nada como esto.”
La incidencia de la radiación solar influencia la actividad de satélites artificiales y sistemas de comunicación basados en ellos – como los aparatos de GPS que usamos en los autos. Los científicos están estudiando cómo esos sistemas operaron en estas nuevas condiciones y otros efectos – esperan, por ejemplo, un aumento de la Aurora Boreal, el bello espectáculo de luces en los cielos del extremo norte del planeta (foto de al lado).
Hay quienes ven en la baja incidencia solar una clara señal del Fin de los Tiempos:
“E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.” Mateo 24:29
Este y otros fenómenos espaciales prontos a acontecer son claramente citados en la Biblia, como parte de la Gran Tribulación: además del Mínimo de Maunder, también está previsto, al comienzo del 2014, una secuencia de eclipses lunares totales – que muchos creen que son las llamadas Lunas de Sangre citadas en Apocalipsis.
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