Hoy en día, podemos tener un ejemplar de la Biblia en nuestras manos gracias a que hubo personas que dieron sus vidas para resguardarla.
En la Europa del siglo XVI, cuando la sociedad estaba dominada por el clero romano, los individuos padecían las exigencias absurdas de sus autoridades: No podían leer ni buscar conocimiento, mucho menos tener una Biblia en su poder. Tal es así que a ese período se lo conoce como La Era de las Tinieblas, porque era una época en la que reinaba la ignorancia, la confusión y la dependencia espiritual al dominio eclesiástico que regía en el viejo continente.
No obstante, aun sabiendo que correrían el riesgo de ser asesinados, algunos valientes comenzaron a estudiar la Palabra de Dios y también a enseñársela a los demás; fue así como inició la famosa Reforma Protestante y la expansión del Evangelio a todos los continentes.
Los siglos pasaron y la Biblia se convirtió en el libro con más ejemplares en todo el planeta. Sin embargo, hay muchas personas que no le dan importancia a su lectura ni a la meditación en sus pasajes que están repletos de secretos revelados únicamente a quienes buscan conocer los pensamientos del Altísimo. Por eso, están apagados espiritualmente, no tienen fuerzas y todo les sale mal.
Sin dudas, estamos en una generación compleja en la que muchos tienen un completo desconocimiento de la Palabra de Dios y dependen de la fe de los demás, como lo fue en La Era de las Tinieblas.
Lamentablemente, la pereza espiritual ha hecho estragos en la vida de quienes dicen ser cristianos. Por eso, con el objetivo de incentivar y guiar a las personas a conocer la Palabra de Dios, la Universal realiza estudios bíblicos profundos todos los miércoles, a las 8, 10, 12, 16 y 20 h.
«Lámpara es a mis pies Tu Palabra, y luz para mi camino», Salmos 119:105.
Y vos, ¿estás viviendo en La Era de las Tinieblas sin darte cuenta?