A veces, aunque nuestros ojos estén abiertos, no logramos ver. No le vemos una salida a nuestros problemas económicos, no vemos esperanza en nuestra familia y no vemos paz en nuestro corazón, solo vemos oscuridad.
La Biblia relata la historia de Tadeo, un hombre que nació ciego y no conocía la luz.
Cuando el Señor Jesús se acercó a él, colocó barro en sus ojos y le dijo que se lave en el estanque de Siloé. Este lugar fue testigo de un milagro que parecía imposible, pero que se volvió posible por medio de la fe.
De la misma manera, vos también podes pasar a ver la luz, la paz, la alegría y la prosperidad en tu vida.
Acércate a recibir una gota del agua consagrada por el obispo Julio Freitas en el estanque de Siloé.
Este domingo a las 9:30 h, en Av. Corrientes 4070, Almagro, y en todas las Universal del país. Otros horarios 7 y 18 h.