“Tengo 20 años, soy de la Universal desde los 6 años, pero me alejé hace unos 4 años, no de la iglesia física porque concurro, sino de la presencia de Dios. A pesar de no haber ido nunca a discotecas o cosas similares, me casé por decisiones equivocadas del corazón. Estoy casada hace 3 meses, tuve que casarme temprano, por mi elección, pero más por imposición de mis padres, ya que había perdido la virginidad.
Me siento angustiada, mi autoestima está baja, me siento triste y no logro perdonarme, porque pienso que Dios no me ve más. Tuve muchas oportunidades de volver, pero me siento fea por dentro y por fuera. No tengo de qué quejarme de mi marido, él es un hombre maravilloso, pero tengo la sensación de que no fue como lo planeado. Estoy llena de dudas y no sé qué hacer para vencerlas.”
Respuesta:
Amiga,
Usted puede no haber tomado la mejor decisión en el pasado, pero esto no significa que no pueda tomar una buena ahora. Decida ser la persona ideal para su marido y acercarse a Dios. Sea sincera con Él, búsquelo todas las veces que se sienta mal y usted verá que todas estas dudas y sentimientos desaparecerán. No se preocupe por lo que sus padres piensan de usted o por lo que hizo o dejó de hacer en el pasado, esto no la va ayudar. Debe preocuparse por lo que hará el día de mañana para cosechar buenos frutos.
Dios nunca deja de mirar a aquellos que Lo quieren, amiga, y solo por el hecho de estar triste por haberlo decepcionado, demuestra que Lo desea de verdad. Ahora tiene que creer en usted misma y hacer lo que tiene que ser hecho.